Cine
El papel de 'El Padrino' que rechazaron Madonna, Julia Roberts y Winona Ryder
La tercera entrega de Coppola estuvo maldita desde el principio por el casting de este personaje
Que la tercera entrega de El Padrino es la más floja de toda la trilogía es indiscutible. Retomar la saga de la familia Corleone dos décadas después de sus predecesoras era todo un riesgo. Parecía imposible estar a la altura de su reputación y se esperaba que empañase el legado de las anteriores.
Aunque para muchos es la gran incomprendida, otros aseguran que el 'fracaso' del tercer acto de esta tragedia a la italiana tiene nombre y apellidos. Y no, no es ni Coppola, a quienes admiran por su capacidad de narrativa, ni ninguno de sus protagonistas. En realidad, los críticos apuntan a varias intérpretes que ni siquiera formaron parte del elenco. Y no porque no se lo ofrecieran, sino porque lo rechazaron.
El propio cineasta no estaba del todo entregado a rodarla. Bien conocido es que tan solo aceptó formar parte del proyecto porque estaba en la ruina y necesitaba el dinero. Sin embargo, la nostalgia terminó jugando a favor y El Padrino III fue todo un éxito, tanto a nivel crítico como comercial. Recuperó tres veces su presupuesto de producción en taquilla y obtuvo siete nominaciones al Oscar, incluyendo mejor director y mejor película. Desafortunadamente, también se comparó con la primera y segunda parte, una vara de medir que no le benefició, llegando a ser calificada como la peor de las tres.
«Es mejor de lo que la gente recuerda, pero pídale a 100 personas que nombren lo primero que les viene a la mente cuando piensan en la película. Al menos 99 responderán que la atroz interpretación de Sofia Coppola», explican en redes sociales. El tiempo ha demostrado que la nepobaby —como se acuña estos días a los «hijos de»— estaba más interesada en su carrera como directora que como actriz, pero una combinación de mala suerte y desesperación hicieron que su padre la convenciese para dar vida a Mary Corleone. Su actuación, por cierto, le valió dos nominaciones a la peor actriz de reparto y la peor estrella revelación en los premios Golden Raspberry, una suerte de Anti-Oscar.
Julie Roberts había sido la elegida inicialmente para interpretar a la hija de Michael, pero lo rechazó por problemas de agenda. Madonna, por su parte, también ansiaba quedarse con el papel, pero al final desistió y convino con Coppola que era demasiado mayor para interpretarla. Recayó entonces en Rebecca Shaeffer. Sin embargo, mientras estaba preparando la audición en su casa de Los Ángeles fue sorprendida por un fan que la acosaba desde hacía tres años y fue asesinada con un disparo a quemarropa.
Ante un papel que parecía maldito, la siguiente en la lista fue Winona Ryder, quien no dudó en aceptar y firmar su contrato lo antes posible. Momentos antes de empezar a rodar su primera escena, en cambio, se echó atrás, descartando por completo el proyecto. Johnny Depp, que salía con la actriz por aquel entonces, aclaró que había sufrido un colapso nervioso por encadenar varios rodajes seguidos y debía descansar.
Coppola terminó eligiendo a su hija de 18 años, Sofia, ya que había llegado a Roma para pasar la Navidad con sus padres, y como se basó en ella para Mary Corleone, parecía una buena idea en ese momento. Sin embargo, fue acusado de nepotismo desenfrenado por contratar a una actriz sin formación que, además, era parte de su familia. Para muchos, Ryder habría sido la ideal para el papel y habría salvado la película del fiasco.