Cine
Bardem convierte en mitin su Premio Donostia: «Hay que elegir un bando»
«Me es imposible celebrar nada tal y como está el mundo», asegura el actor horas antes de recoger su galardón en el Festival de San Sebastián
Horas antes de recibir este viernes el Premio Donostia en la primera jornada del Festival de San Sebastián 2024 –correspondiente al año anterior, cuando no pudo recogerlo por la huelga de guionistas y actores–, Javier Bardem ha comparecido en rueda de prensa en la que ha hablado muy poco de cine y sí mucho de política, denuncia social y actualidad internacional con una contundente crítica al Gobierno de Israel.
«Desde lo que es uno, desde lo que puede uno, que no es mucho, uno va haciendo, va aprendiendo, mirando a los que saben, a los que producen cambios, y va eligiendo a quién apoyar y a quién animar, quienes son esas personas que producen progreso en los derechos humanos, civiles, y quiénes son los que los retardan o los anulan. Definitivamente hay que elegir un bando. Desgraciadamente hay bandos. Ojalá el mundo fuese un lugar sin tanta competencia y sin tanta rivalidad, pero hay cosas que son inadmisibles y que no se pueden no denunciar. Hay que tener la motivación de apuntar aquellas cosas que uno considera injustas, que no serán los que otros consideren, pero sí las que uno considera, que tiene que ver con la educación, en este caso con mi madre».
«Todo empezó con ella (con su madre, Pilar Bardem), siguió con mis hermanos, mis amigos y también con mis compañeros de profesión, que es una profesión muy concienciada de lo que es ser humano y de las necesidades humanas. No conozco un actor o actriz que no sea una persona altamente sensible y empática y eso es una cosa hermosa de nuestra profesión», ha afirmado el actor.
«He reconocido en mi madre muchísimas cosas que hoy, tres años más tarde de su fallecimiento, voy descubriendo lo importante que eran entonces, y la vigencia y la necesidad de su existencia y su prolongación en mi historia personal y en la historia de mis hijos, que tienen que ver con la dignidad, la ética, la humildad, la sencillez y la empatía. No soy ningún santo, soy un perfecto gilipollas, tengo días que soy insoportable», ha reconocido Javier Bardem. «Individualmente, poca cosa podemos hacer. Como sociedad, como grupo, algunos cambios se pueden hacer. Eso lo he visto mucho en casa con mi madre. No teníamos casi nada, era una mujer separada en una época en la que no se permitía el divorcio, con tres hijos, actriz poco menos que llamada prostituta, y perseguida por una derecha terrible y presente en las calles. Trabajaba sin parar para darnos chuletas de cerdo y pasta con tomate, los días que había suerte. Llamaban a la puerta cada equis tiempo y eran personas que recaudaban dinero para el derecho de las mujeres saharauis, y ella daba la mitad de lo que tenía en casa. Mi madre estaba dando lo que tenía que dar a las personas a las que se lo tenía que dar. Eso lo mamas. Soy el hijo de Pilar, y espero morir siendo el hijo de Pilar y nada más que el hijo de Pilar», ha reconocido Javier Bardem, que ha mostrado su interés por la realidad política y social de España.
«A la gente le gusta decir que si mis mansiones en Miami, que vivo en Bahamas… Yo nunca he vivido en Estados Unidos. He vivido siempre en España, en Madrid, no he estado más de cinco meses en Estados Unidos. La realidad política y social diaria de España la sigo de manera continuada porque es la que más me importa, es la mía», ha asegurado.
«No hay posibilidad de cambio, no hay una situación en la que uno pueda crear una autocensura porque en cierto modo ganan ellos, aquellos que consideran el ataque frontal a alguien que denuncia lo que considera un abuso de los derechos humanos, sociales, está legitimado. Hablar de esto me lleva a Gaza. Lo que está sucediendo allí es terrible, totalmente inadmisible, deshumanizante. El Gobierno israelí es el más radical en la historia de Israel. Está cometiendo crímenes contra la Humanidad. Está cometiendo crímenes en el Derecho internacional investigados por la Corte Penal Internacional. Los ataques condenables de Hamas del 7 de octubre no justifican el castigo global y masivo que está sufriendo la población palestina. La impunidad de la que goza el Gobierno israelí en sus acciones en Gaza y Cisjordania tiene que cambiar», ha asegurado el actor. «Creo que países como Estados Unidos, Alemania e Inglaterra especialmente tienen que plantearse su lógica de comportamiento cuando estamos viendo crímenes en derechos humanos, como prohibir la entrada de medicamentos, agua y electricidad. No podemos ser impasibles frente a eso», ha añadido.
Javier Bardem ha continuado con sus críticas al Gobierno de Israel: «Lo que yo diga o no diga no va a cambiar nada, pero creo la sociedad está empezando a entender que la crítica legítima a cualquier gobierno o estado nada tiene que ver en este caso con la falsa acusación de antisemitismo o que uno critique Hamas, que debe condenar las acciones terribles, de islamofobia. Tenemos el derecho y la obligación moral y ética de denunciar lo que es injusto. Netanhayu, con tal de intenta evitar la cárcel, está llevando esta agresión a unos niveles que empiezan a afectar a todo Oriente Medio».
«Reflexiones de un día como hoy que no me permiten celebrar el premio. Lo recibo con muchísimo agradecimiento y mucha alegría, pero no tengo espíritu de celebración. Me es imposible, tal y como está el mundo, celebrar nada», ha expresado Javier Bardem en referencia al Premio Donostia que recibirá en la tarde de este viernes.