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Los concursantes en la prueba de eliminaciónRTVE

MasterChef Celebrity 9

Los jueces de 'MasterChef' anuncian un cambio en la prueba de eliminación: «Por primera vez en la historia»

En el segundo cocinado tuvo lugar la repesca con la ausencia de uno de los anteriores participantes

Cada edición que pasa, las decisiones de los jueces de MasterChef Celebrity inciden más en los resultados del programa. Las dobles eliminaciones inesperadas, el delantal de la segunda oportunidad, o pin de la inmunidad han sido algunas de ellas. Esta vez han intentado tensionar un grupo aparentemente unido con descripciones de unos concursantes a otros escritas en tartas las tartas de moda —burn away cakes—.

Pero no ha sido la única de las sorpresas. En la eliminación de la noche, deberían cocinar un plato libre relacionado con su canción favorita. En medio de la prueba, los chefs anunciaron una medida inédita y que podía cambiaría el resultado final. Los celebrity tenían la oportunidad de emplear el comodín de la llamada y contactar durante un minuto con quien quisieran para que les ayudaran en el cocinado.

El adiós del «villano»

La primera en utilizarlo fue Inés Hernand —a la que ofrecieron bajar de la galería a un delantal blanco y decidió bajar ella—. Tenía la intención de reclamar a su profesor de cocina, aunque no le cogió el teléfono. En principio ya había gastado su ventaja, pero los jueces le dieron una 'ayudita', permitiéndole repetirla. Le valdría para ser la mejor de la noche y salvarse una vez más.

Itziar Miranda hizo lo propio, mientras que Hiba, que llevaba todo el concurso mostrando una soberbia sobradez, llamó a la eliminada María León para contarle cuánto la echaban de menos. Su altanería le provocó asomarse al abismo de la eliminación tras un pésimo plato, que ella mismo calificó como «del primer día» de MasterChef. «Me tengo que poner las pilas», reconocía

Por su parte, Pelayo, que estaba cocinando unos mejillones a la marinera, llamó a su padre para pedirle consejo, al ser una de sus recetas estrella. Visiblemente emocionado, le contó que en cada prueba de eliminación se ponía una de sus corbatas como homenaje, lo que hizo que se le escaparan algunas lágrimas a su progenitor.

Sin embargo, esta vez no le trajo suerte, ya que sus sosos mejillones le precipitaron a la eliminación. Abandona las cocinas el que ha sido considerado como el «villano» de la edición, despertando el rechazo de gran parte de la audiencia y de alguno de sus compañeros, como Marina Rivers.

Un repescado y una ausencia

En la prueba de exteriores, en la que visitaron Valladolid, tuvo lugar la repesca entre los anteriormente eliminados: María León, Topacio, José Lamuño, Juan Luis y Nerea Garmendia se jugaban su regreso con una tapa individual que acompañaba los menús de ambos equipos. El que no apareció fue Rubén Ochandiano, que abandonó el concurso de forma voluntaria y lo criticó después.

Un tigretostón —una corteza de cerdo que imita a un tigretón salado— le valió a José Lamuño para recuperar el delantal y aparecer de nuevo en las cocinas de MasterChef tras un fugaz paso en solo la primera entrega.