Muere a los 86 años el actor Ron Ely, el icónico Tarzán de la televisión y asolado por una gran tragedia familiar
Además de su carrera como actor, Ely se dedicó a la escritura, publicando dos novelas de misterio
El actor estadounidense Ron Ely, conocido por su icónico papel de Tarzán en la serie homónima de NBC que se emitió entre 1966 y 1968, falleció a los 86 años, confirmó este miércoles su hija, Kirsten, en un emotivo comunicado. «El mundo ha perdido a uno de los hombres más grandes que ha conocido, y yo he perdido a mi padre», expresó.
Ely fue recordado por su hija como una figura polifacética: «Actor, escritor, entrenador, mentor, hombre de familia y líder». Kirsten destacó el impacto positivo que su padre tuvo en todos aquellos que lo conocieron, señalando que «creaba una poderosa ola de influencia positiva dondequiera que iba».
Ron Ely nació el 21 de junio de 1938 en Hereford, Texas. Desde joven mostró interés por la actuación, y después de algunos papeles pequeños en cine y televisión, alcanzó la fama en la década de 1960 al ser elegido para interpretar a Tarzán en la serie de NBC. Con su imponente físico y su carismática interpretación, Ely se convirtió en uno de los rostros más reconocidos de la pantalla pequeña durante los dos años que duró la serie, desde 1966 hasta 1968.
Tras el éxito de Tarzán, Ely continuó su carrera en la televisión y el cine. En 1975, protagonizó Doc Savage: El hombre de bronce, una adaptación cinematográfica de la serie de novelas pulp sobre el héroe aventurero. También apareció en programas populares de la época como La Mujer Maravilla, El Crucero del Amor, La Isla de la Fantasía y Superboy.
Además de su carrera como actor, Ely se dedicó a la escritura, publicando dos novelas de misterio: Night Shadows (1994) y East Beach (1995), demostrando así su versatilidad creativa.
Una tragedia personal
La vida de Ely cambió de manera drástica en 2019 cuando su esposa, Valerie Lundeen, fue asesinada por su hijo Cameron Ely en un trágico incidente en su hogar en Santa Bárbara, California. Cameron, quien aparentemente padecía encefalopatía traumática crónica (CTE), fue abatido por la policía tras el ataque. Este suceso marcó profundamente la vida del actor y su familia.
En su comunicado, Kirsten Ely expresó el dolor de la pérdida, recordando a su padre, su madre y su hermano. «Mi mayor consuelo es saber que mi padre está con mi madre y mi hermano. También es mi mayor tristeza porque los extraño tanto a todos que está grabado en mi alma».