Jake LaMotta es la viva imagen del boxeo clásico: un tipo duro, violento, atrevido en el ring y cuya carrera se ve amenazada por la mafia. De Niro, que ganó el Oscar por su increíble interpretación, representa el auge y la caída de LaMotta: un boxeador que consiguió el cinturón y le plantó cara al mítico Sugar Ray Robinson, pero que su carácter fuera del ring le condenó. Una de las mejores obras de Scorsese y, por supuesto, de Robert De Niro.