Alaska descubre su auténtica adicción en 'El Hormiguero'
La invitada de Pablo Motos presentó su nueva docuserie de tres capítulos, Alaska Revelada, que Movistar+ estrena este mes
Alaska, cantante, actriz, escritora, presentadora, compositora, cuyo nombre real es Olvido Gara Jova, fue la invitada de Pablo Motos en El Hormiguero para comentar su nueva docuserie de tres capítulos Alaska Revelada que Movistar+ estrena este mes.
«Mi madre y mi abuela practicaban con la Ouija y veían cosas por las habitaciones, —relata Alaska—. Un día vio a una niña rosita entrar y le dijo «estás encinta». Buscó esa palabra en un diccionario y ella estaba convencida de que no estaba embarazada y, efectivamente, lo estaba de mí».
Le cuenta a Pablo Motos que «esas cosas ella no las ve, pero soy miedosa. Con la edad me he hecho más miedosa con los vivos que con los muertos». Viajó mucho con su madre y en Londres fueron al cine para ver Emmanuel y el Último tango en París.
«Probé las drogas, pero nunca me han gustado»
El primer capítulo de la serie habla de drogas, bisexualidad y cirugía estética. Alaska habla de su bisexualidad: «Siempre me han gustado los hombres, con las chicas he tenido experiencias, pero solo me enamoro de los chicos; mis relaciones son con hombres».
«No sé cuantos retoques llevo, ni cuantas operaciones, ni cuántos tatuajes. A los 11 años —cuenta Alaska— ya medía lo mismo que ahora, 1,54 m y tenía mi cuerpo muy formado. Íbamos a confesarnos a Santa Gema y le pedí que no me crecieran más los pechos. Y se pararon. ¡Con el tiempo me operé para agrandarlos!».
Alaska descubre un secreto: «Cada vez que voy a entrar en un quirófano le escribo una carta a mi marido Mario Vaquerizo… por si ocurriese algo malo. Estoy muy feliz, te quiero mucho, me iré muy contenta…» Es como un testamento… Por si acaso. Y añade una parte final en la que explica dónde están los papeles importantes, notarios, etc. «Es mejor dejarlo todo —comenta Alaska— arreglado».
La musa de la movida madrileña fue Alaska. Desenfreno, libertad sin control, drogas, sexo. «A mí las drogas nunca me interesaban. Veía los estragos a mi alrededor. Las probé, pero nunca me han gustado. No todos somos iguales, el mercado negro es una ruleta rusa, donde no sabes lo que te estás metiendo. Mi verdadera adicción son las patatas fritas —explica Alaska— Me voy a dar un homenaje, era la frase, un mensaje muy yonki de los años 80. La comida es mi debilidad».
Y, finalizando la entrevista, aparece en escena Mario Vaquerizo, su marido. Se adueña del plató: «Mi casa es El Hormiguero y nada más. Llevo collarín y ahora duermo con collarín y con… Alaska. Volveré a la gira con el giratutto y con todo». Es una máquina en el escenario. Y la prueba a que les somete Pablo Motos y las hormigas, es descubrir si las parejas que aparecen son reales. El caballero de una de ellas, viste con una chaqueta de pana y Vaquerizo suelta la frase de la noche: «Esa pana es como la de la época de la Transición, era la gente que creía en la izquierda y que ha desaparecido».
La docuserie Alaska Revelada, consta de tres capítulos: salud, dinero y amor. La emitirá Movistar+, la dirección es de Pite Piñas y la producción de Shine Iberia y Movistar. El productor, Jorge Ortiz de Landázuri, explica que: «Queremos contar historias de personajes populares, estos deben perdurar en el tiempo para que se conviertan en iconos y Alaska lo es».