Televisión
RTVE dispara su deuda por la mala gestión de los fondos europeos
La deuda del servicio público de radiotelevisión alcanza cifras récord, agravada por la devolución anticipada de los fondos europeos del Proyecto Haz
La situación financiera de RTVE a principios de 2025 es aún más crítica de lo que se había anticipado, y todo ello a raíz de una serie de decisiones erróneas, con la más polémica siendo la de la expresidenta interina, Concepción Cascajosa. Durante su gestión, la Corporación incrementó su deuda acumulada, que ya supera los 430 millones de euros, según informa El Mundo.
Para agravar aún más la situación, este mes el ente público tendrá que hacer frente a 1,3 millones de euros en intereses de demora, como explicó El Independiente. La causa de este despilfarro financiero radica en la devolución anticipada y precipitada de 29,4 millones de euros correspondientes al Proyecto Haz, un programa financiado con los Fondos Europeos Next Generation.
Lo más grave de todo es que Cascajosa tomó esta decisión sin consultar al anterior Consejo de Administración de RTVE, actuando unilateralmente, sin informar a los responsables y, lo que es aún más escandaloso, cuando ya estaba claro que se produciría un cambio de liderazgo con la llegada de un nuevo presidente y equipo directivo. Este programa, que tenía objetivos claros y medibles que RTVE debía cumplir, se ha visto mal gestionado, lo que ha llevado a la Corporación a incumplir los requisitos establecidos.
En lugar de devolver el dinero de manera apresurada, sin consultar con el Consejo, se debería haber buscado una alternativa para cumplir con los objetivos. Pero esa falta de previsión y responsabilidad ha hecho que la situación financiera se haya desplomado aún más, dejando a la cadena pública en una crisis aún más profunda.
Los Fondos Europeos Next Generation son un conjunto de ayudas que la Unión Europea creó para ayudar a los países miembros a levantarse tras la crisis económica que nos dejó la pandemia. Estos fondos están pensados para financiar proyectos que promuevan el desarrollo económico, la sostenibilidad, la digitalización y otras áreas importantes. Cada país miembro recibe una porción de estos fondos, pero hay que usarlos de acuerdo con unos objetivos claros establecidos por la UE.
En el caso de España, el Gobierno presidido por Pedro Sánchez recibió una parte de estos fondos europeos y decidió repartirlos entre diversas entidades y proyectos. El servicio público de radiotelevisión fue una de las grandes beneficiarias, y se llevó una suma considerable: 117,6 millones de euros. Este dinero se destinó a varios proyectos, y uno de ellos fue el Proyecto Haz, un programa creado para ofrecer formación especializada a estudiantes y profesionales del sector audiovisual a través del Instituto de RTVE. El objetivo era ayudar a que los futuros talentos del sector audiovisual recibieran una formación de calidad y contribuyeran al desarrollo del sector.
Eso sí, había un requisito importante: el medio público debía cumplir con ciertos objetivos para evitar tener que devolver el dinero. Estos objetivos estaban claramente definidos para garantizar que los fondos se utilizaran correctamente, pero no se cumplieron los requisitos.
Aunque el Gobierno dio tiempo hasta 2026 para cumplir los objetivos, la dirección anterior no ajustó el Proyecto Haz a esas metas. En lugar de buscar soluciones, decidieron devolver 29,4 millones de euros de forma anticipada y sin consultar al Consejo de Administración. Esta decisión precipitada no solo aumentó la deuda, sino que también llevó a tener que pagar 1,3 millones de euros en intereses de demora. La situación es preocupante, y de hecho, el Proyecto Haz sigue siendo un tema importante para el actual presidente de RTVE, José Pablo López. Este jueves se ha convocado una reunión del Consejo de Administración, donde la directora del Instituto de RTVE explicará todo lo relacionado con la gestión del proyecto.
Los problemas con los fondos europeos en RTVE empezaron con varios tropiezos en su gestión. El primer lío ocurrió cuando una gran parte del dinero recibido para los proyectos incluía el IVA, lo que obligaba a hacer ajustes en las partidas y hacía todo mucho más difícil de justificar.
Básicamente, era como intentar cuadrar un rompecabezas con piezas que no encajaban. Pero eso no fue todo. Otro contratiempo fue el asunto de la subcontratación. El canal estatal intentó usar los fondos para contratar servicios de una manera que no estaba permitida por las reglas de los fondos europeos, lo que generó complicaciones legales. Básicamente, se saltaron las normas establecidas, y eso causó más problemas de los necesarios.
Además, los proyectos financiados no cumplieron con los objetivos para los cuales se habían asignado los fondos. Según algunas fuentes dentro de la Corporación Pública, esto pasó en gran parte por el despilfarro de recursos. En otros casos, no se siguieron los fines con los que se había prometido usar el dinero. Y, por si fuera poco, los compromisos asumidos durante la gestión de José Manuel Pérez Tornero eran tan ambiciosos que se volvieron imposibles de cumplir. Todo esto hizo que los fondos europeos no se usaran de la manera adecuada, empeorando la situación aún más.