
Steve Buscemi, Will Patton, Bruce Willis, Michael Clarke Duncan, Ben Affleck y Owen Wilson, en Armageddon
Cine
El asteroide que Bruce Willis logró dinamitar en 'Armageddon' era del tamaño de Texas
Según hemos sabido en las últimas semanas, si las previsiones de la NASA y las circunstancias del vasto universo no cambian, a finales de 2032 un asteroide de entre 40 y 60 metros de diámetro podría impactar contra la Tierra. Y aunque las consecuencias serían previsiblemente «asumibles» por nuestro planeta, es inevitable pensar en cómo, desde la ficción, se ha preconizado sobre la posibilidad de que un meteorito hiciera diana sobre nosotros.
En 1998, uno de los grandes directores del cine acción contemporánea, Michael Bay, responsable de La Roca, Pearl Harbour y varios Transformers, estrenaba la que sería una de sus películas más populares, Armageddon. En ella hay también un asteroide precipitándose hacia la Tierra, sólo que es del tamaño de Texas (unos 700.000 km2) e impactará en dieciocho días. De hecho, la película comienza con la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años a raíz de la colisión en la Tierra de un meteorito de nueve kilómetros de diámetro. Tras ello, el narrador apuntará: «Eso pasó antes y pasará otra vez. La única pregunta es… cuándo».
Ya en nuestros días, después de que unos fragmentos de asteroide propicien la muerte de la tripulación del transbordador Atlantis y de que otros más caigan sobre Nueva York provocando un caos sin precedentes, los expertos de la NASA decidirán desintegrar, literalmente, el meteorito con el fin de desviar su rumbo y evitar la fatal colisión. Para ello solicitarán a un experto en perforaciones petrolíferas, el siempre eficaz y certero Bruce Willis, que se llegue al asteroide, taladre, meta una bomba nuclear y lo haga estallar para evitar así el Armagedón.
Según el libro del Apocalipsis, el Armagedón es el campo de batalla final donde se enfrentarán el bien y el mal, aunque el término se emplea generalmente en sentido figurado para señalar una catástrofe o conflicto apocalíptico y catastrófico.Estrenada en julio de 1998 y con un presupuesto inicial de 140 millones de dólares, redefinió el cine de acción de la década, ya que fue la película más taquillera del año con más de 553 millones de recaudación desbancando a Salvar al soldado Ryan, Godzilla y Algo pasa con Mary. Dos horas y media de puro entretenimiento y emoción que continuó su éxito con un impresionante recorrido en videoclubs.
Nominada a cuatro Oscar -efectos visuales, efectos de sonido, sonido y canción-, fue precisamente gracias a ésta, I Don't Want to Miss a Thing de Aerosmith, que la popularidad de la película aumentó, pues estuvo cuatro semanas en la Billboard Hot 100, la lista de los singles más populares en Estados Unidos. A ello contribuyó también su electrizante reparto, pues junto a Bruce Willis, estrella indiscutible del cine de acción de la década, Ben Affleck, Liv Tayler (hija de Aerosmith), Billy Bob Thornton y Steve Buscemi completaron el drama en el que hay acción, testosterona, amor, patriotismo, efectos especiales, banderas, mucha cámara lenta, explosiones y mucha tensión dramática. Americanada de las de siempre. De las mejores.
La crítica, sin embargo, no la trató bien. Falsa, comercial, fantasmada, facilona, imposible o lacrimógena fueron sólo algunos de los adjetivos más suaves que se llevó. Además, sus siete nominaciones a los Razzie (los conocidos anti Oscar) tampoco ayudaron ya que fue artísticamente vapuleada.
Sin embargo, con el tiempo se la he venido considerando una de las mejores películas de catástrofes de las últimas décadas que no suelen ver centradas sus amenazas en asteroides (No mires arriba y alguna más) y una de las películas de acción de referencia de la década del cine de acción por antonomasia.
Porque, le pese a quien le pese, fue gracias a Armageddon que muchos nos preguntamos qué pasaría si un meteorito impactase contra la Tierra. Hasta ahora…