Henry Turner (Harrison Ford) es la estrella del bufete de abogados en el que trabaja. Su arrolladora e implacable actitud, así como su ética de trabajo incansable le han hecho ganar dinero y reconocimiento, pero, a su vez, lo han alejado de su esposa (Annette Bening) y su hija, a quien apenas conoce. La vida le da un giro inesperado cuando se despierta en el hospital sin poder moverse, hablar o recordar lo que ha sucedido. En el largo y lento camino hacia la recuperación, comienza a reconstruir su antigua vida, aunque pronto descubre que no era tan idílica como parecía.