'Velintonia', la casa de Vicente Aleixandre en Madrid, será al fin declarada Bien de Interés Patrimonial
Tras décadas de abandono la Comunidad ha iniciado los trámites para la protección y conservación del hogar del Nobel desde 1927 hasta 1984, lugar de encuentro de artistas y poetas
La Comunidad de Madrid ha iniciado los trámites para que «Velintonia» (llamada así por ser este el antiguo nombre de la calle en la que se encuentra, hoy Vicente Aleixandre), la casa del Premio Nobel de Literatura, sea declarada Bien de Interés Patrimonial (BIP) para garantizar su «correcta protección, recepción y comprensión cultural».
Veintiséis años después de que la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre comenzara sus esfuerzos por recuperarla como «casa de la poesía», finalmente están cerca de lograr su objetivo. La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Ejecutivo regional ha tomado esta decisión tras estudiar un informe de junio emitido por la dirección general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte «por su especial significación histórica».
Aleixandre y su familia fueron a vivir a «Velintonia» (una casa de tres plantas con jardín, dividida en dos viviendas en desuso) en 1927 en busca de aires puros para curar su tuberculosis. La casa fue lugar de encuentro de artistas y poetas como Miguel Hernández, García Lorca, Gerardo Diego o Rafael Alberti.
La casa donde Federico García Lorca tocaba el piano de la madre del anfitrión o donde el vate granadino leyó por primera vez sus Sonetos del amor oscuro, permanece vacía desde 1986 cuando falleció Concepción, la hermana del poeta.
La consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, ha explicado en un comunicado que una vez acabe el proceso para declarar BIP el inmueble se habrá protegido el «valor simbólico que esta casa tiene en la historia de la literatura española».
Escenario de la vida del Nobel
En la resolución de la Comunidad de Madrid se señala que el valor simbólico de la casa es el hecho de haber sido escenario de la vida y lugar de la producción literaria del Premio Nobel, además de lugar de encuentro de los amigos del poeta, destacados miembros de la Generación del 27, artistas, escritores, intelectuales y políticos.
Después de la Guerra Civil seguirían frecuentando el lugar los llamados Novísimos, como Carlos Bousoño (su mujer, Ruth, es la propietaria del archivo Vicente Aleixandre, otro capítulo polémico de la memoria del poeta sevillano) o José Hierro.
Desde el punto de vista arquitectónico, es una de los pocas construcciones conservadas de la Colonia Metropolitana, una zona urbanizada entre 1920 y 1925, donde los propietarios compraban sus parcelas y construían en ellas sus viviendas con libertad.
Ya en 2006 el poeta irlandés Seamus Heaney (con el apoyo de otros Nobel como Mario Vargas Llosa o Jean-Marie Gustave Le Clézio, de poetas como Claudio Rodríguez, Pere Gimferrer o novelistas como Fernando Aramburu, Javier Marías o Francisco Umbral) escribía una carta a Alejandro Sanz, presidente de la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre:
«Las casas en las que los escritores han vivido y trabajado son puntos esenciales en la vida cultural de un país. Cuando W. B. Yeats, nuestro poeta irlandés más importante, reflexionó acerca del significado de sus propios logros y los de sus contemporáneos, pensó en una casa: la casa de Lady Gregory, en el oeste de Irlanda, un lugar en el que él y sus coetáneos se reunían a menudo y hallaban la inspiración los unos en los otros. Y los versos en los que Yeats instruye a las futuras generaciones para que rindan homenaje visitando esa casa son algunos de los más famosos de su obra:
Aquí, viajero, erudito, poeta, ocupa tu lugar…
Dedica, los ojos vueltos hacia la tierra…
Un breve recuerdo a esa laureada cabeza».
El definitivo inicio de los trámites por parte de la Comunidad de Madrid para que la casa de Aleixandre sea declarada Bien de Interés Patrimonial es también el definitivo y justo y «breve recuerdo a esa laureada cabeza».