¡Basta ya de bulos contra el presidente Sánchez!
Por favor, dejen trabajar al Gobierno de la coalición progresista, resulta irritante y cansina esta cacería de la derecha judicial, mediática y política
De verdad: es irritante. Es muy cansino. Una y otra vez, bulos contra el honrado y ejemplar presidente Sánchez, instigados por la derecha y la ultraderecha (mediática, judicial y política). Por favor, dejen de poner palos en las ruedas del proyecto que lidera el Gobierno de la España plural, diversa y confederal. El hecho de que el PSOE no haya ganado las elecciones es lo de menos. Todo el mundo sabe que en las buenas democracias lo normal es que mande el candidato derrotado. Así que acepten de una vez el hecho incontestable de que en este país existe una mayoría progresista y dejen de intoxicar.
Basta ya de ver problemas donde no los hay. Es totalmente normal que el fiscal general del Estado no dimita ni aunque lo imputen y la poli registre su despacho. Es también perfectamente normal que la mujer del presidente tenga negocios particulares y que una asesora de la Moncloa, a la que pagamos todos, la ayude en sus chanchullos pidiendo pasta a las multinacionales. Es normal que una señora que no tiene ni título universitario acabe con una cátedra extraordinaria en la Complutense. Y es normal que el rector de esa Universidad acuda a despachar amablemente al domicilio del matrimonio beneficiado. ¿A quién no le ha pasado algo parecido, o no conoce un caso similar en su entorno?
Es normal que el hermano del presidente apenas pise el despacho público donde lo enchufó Pedrolo para darle un curro y que viva en España y tribute en Portugal. Y tampoco pasa nada porque lo hayan imputado por eso. Qué puñetera manía de perseguir a los emprendedores.
Es normal que el presidente Sánchez mienta, que diga que no conocía de nada al intermediario Aldama y que luego se destape que lo conocía perfectamente. Vamos a ver: ¿Por qué tiene que decir la verdad un presidente del Gobierno? ¿Dónde está escrito eso?
Es normal que Ábalos haya sido apartado del PSOE por mangante, pero que ese mismo PSOE diga ahora que no robó un patacón cuando aparece Aldama dando detalles ante el juez del pastizal que trincó en mordidas. El PSOE tiene su propia lógica, la del 1984 de Orwell, una realidad inventada que es tan respetable como los hechos del mundo real, que no significan nada si le viene mal a la izquierda.
Es muy normal que un intermediario, que está ya en la trena por un enorme fraude, se codease con medio gobierno y toda la cúpula del PSOE. Y es una locura pedir responsabilidades al honrado presidente Sánchez por el choriceo de Ábalos, que era su brazo derecho en el partido y en el gobierno, o por el hecho de que en el corazón de su Ejecutivo anidase una trama que robaba material sanitario en medio de la pandemia que mataba a miles de españoles.
También es muy normal manipular los datos del paro con un burdo truco semántico, cocinar encuestas falsarias desde el CIS, asaltar RTVE y el TC, amedrentar e insultar a los medios críticos y utilizar a la Abogacía del Estado para denunciar e intimidar al juez que investiga a la mujer del presidente.
Por todo ello tiene mucha razón el honesto presidente Sánchez Pérez cuando dice ofendido que ya está bien de ataques a «Mi Persona», como se llama a sí mismo, y cuando nos aclara que lo que se está diciendo es «categóricamente falso». O cuando nos recuerda –y me está dando la risa tonta– que «mi Gobierno es limpio y surgió de una moción de censura para acabar con la corrupción sistémica».
Nos alegramos de que el respeto constante a la verdad que ha mostrado el presidente Sánchez a lo largo de su carrera le permita lanzar muy solemnemente esta advertencia: «La estrategia de defensa de ese sujeto [Aldama] es la mentira». En el campo de la verdad el predicamento del presidente Sánchez es insuperable.
En resumen, que todos los españoles somo imbéciles e imbécilas, porque así lo han decretado el PSOE y aquel que aspira a convertirse en nuestro mandatario perpetuo.
Y lo surrealista –lo flipante, lo lisérgico, lo alucinante– es que casi media España les da la razón, porque a una parte del público ya no le importan nada los hechos, solo las fobias apriorísticas y «que no gobierne jamás la derecha».
¿Sánchez y el PSOE? Como si atracan el Banco de España. Da igual.