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El empresario Rafael García Garrido, director general de Nautalia, gestora de la plaza de toros de ValenciaComunicación Nautalia

Cultura

Rafael García Garrido: «Para que la gente joven vuelva a los toros hay que darles algo más»

El empresario taurino, al frente de las plazas de Madrid y Valencia, cree que el sector debe innovar, pero manteniendo la tradición, la historia y la idiosincrasia de la Fiesta

El empresario Rafael García Garrido, director general de Nautalia, ha aterrizado en Valencia al frente de la gestión de su plaza de toros. Entre llamadas telefónicas, atendiendo a todas sus obligaciones empresariales y con la responsabilidad propia de quien debuta en solitario al frente de una de las principales plazas de España, atiende a El Debate para hablar de su primera Feria de Fallas, de Madrid y Las Ventas, y del momento por el que atraviesa el mundo del toro en la actualidad.

Bienvenido a Valencia, Rafael. A la gestión de Las Ventas, junto a Simón Casas, le suma ahora, en solitario, la plaza de toros de Valencia. ¿Qué supone Valencia dentro de su proyecto empresarial?

–Valencia juega un papel fundamental y es un reto importantísimo para nosotros porque es una plaza de primera categoría, organiza la primera feria de primera categoría de la temporada, con las fallas, y es la primera plaza que cogemos en solitario. Desde mi punto de vista Valencia es una de las tres plazas de toros más importantes de España y del mundo y gestionarla supone un reto muy ilusionante y, a la vez, de mucha responsabilidad.

¿Cómo afronta este debut?

–La verdad es que estamos con mucha ilusión por ver cómo resulta este debut y la celebración de la Feria de Fallas. Para llegar hasta aquí, a las puertas de las fallas, como podrás imaginar, ha habido mucho trabajo detrás para confeccionar, junto con Víctor Zabala, los carteles de esta feria porque muchas veces es más complicado hacer cuatro carteles redondos y de categoría que hacer una feria larga. Y también vivimos el momento con mucha responsabilidad por ver qué ocurre después de dos años sin celebrar toros en esta plaza.

Nuestro gran objetivo y nuestro reto es conseguir que en tres carteles se pueda poner el 'no hay billetes'

La reacción del público puede ser una incógnita, pero se aprecia cierta recuperación, al menos en los festejos de comienzo de temporada, ¿no?

–En las últimas semanas estamos viendo que parece que se reactiva la afición y el público acudiendo a los festejos que se han programado en las primeras ferias, como por ejemplo, Valdemorillo. Allí se ha puesto el cartel de «no hay billetes», cosa que no se ha visto nunca, y en el último festejo casi se llena la plaza. El año pasado en Valdemorillo ya hubo afluencia de público, pero este año ha sido el colofón definitivo. Por otro lado, también se ha visto que en La Méjico se ha logrado alcanzar un aforo de treinta o treinta y cinco mil personas y todo eso nos hace pensar e ilusionarnos de que aquí en Valencia, con la feria tan potente que se ha planteado, nuestro gran objetivo y nuestro reto es conseguir que en tres carteles se pueda poner el «no hay billetes».

¿Ha diseñado la feria que quería?

–A un noventa por ciento, sí. Nunca la puedes diseñar y lograr el cien por cien porque a veces crees que vas a poder hacer realidad lo que tienes en tu mente, pero por diversos motivos no puedes alcanzarlo. Pero realmente sí que hemos diseñado la feria que queríamos.

La afición valenciana cree que la Feria de Fallas se queda corta en cuanto al número de festejos.

–Este año teníamos muy claro que queríamos apostar, desde el principio, por la calidad frente a la cantidad de festejos y, para mí, volver después de dos años sin festejos es mucho más importante con una feria que logre cuatro grandísimas entradas que a lo mejor organizar un quinto festejo y que éste se diluya con una menor entrada. Si eso ocurriese, con mucho cemento a la vista, sería una muy mala imagen para la plaza, para las fallas, para Valencia y para la fiesta de los toros. Las fallas es la primera gran feria de la temporada que se celebra en una plaza de primera categoría y, por eso, hemos preferido concentración y calidad, en lugar de cantidad. Ya tendremos tiempo de dar más festejos.

Importa mucho dar una buena imagen de la fiesta de los toros, ¿no?

–Sin ninguna duda. No puedes llegar a la plaza de toros de Valencia, con la importancia que tiene en el mundo del toro y en España, y que no te importe la imagen que proyectes al exterior en la celebración de su Feria de Fallas. Una feria que, lo más probable, será televisada, por eso debemos dar una imagen de lo que es Valencia, una plaza de suma importancia en el mundo del toro, de categoría y muy potente. Sería muy preocupante que carteles como los que están programados no alcancen el lleno y lo sería, no solo para el empresario sino también para la fiesta de los toros.

Hablando del mundo taurino, usted ha tenido ocasión de pulsar cómo está el ánimo de la afición valenciana. ¿Qué sensaciones tiene?

–La sensación es que hay muchas ganas de ver toros y creo que Valencia va a resurgir con esta feria fallera. Estamos viendo cómo el aficionado y el público ha vuelto a las plazas donde se han celebrado festejos de calidad e interés para el espectador, por eso resulta fundamental ofrecer carteles con argumento y que hagan que merezca la pena ir a la plaza de toros a ver un espectáculo taurino. En el caso de Valencia sería un éxito que se acaben pronto las entradas, que haya mucha demanda y que se cree un gran ambiente en torno a la feria. Que Valencia y su plaza vuelvan a ser un hervidero como lo ha sido en otros años y épocas. Nos estamos jugando mucho, no solo en Valencia sino en todas las plazas, y eso se está viendo en que se están organizando festejos de categoría como en Castellón o como en Madrid donde estamos ya organizando la feria. Ahora resulta fundamental hacer grandes ferias para recuperar el pulso de la fiesta de los toros, así como su importancia y relevancia en la sociedad.

¿Qué es lo que destaca de esta Feria de Fallas?

–En primer lugar es una feria de tiene de todo porque ofrece una novillada sin caballos, una novillada picada, un festejo de rejones, varios festejos populares, tiene una corrida torista y tres carteles de gran categoría con grandes figuras del toreo, y esto no pasa en todas las ferias. Este es un primer mensaje que demuestra la apuesta de la empresa por Valencia. En segundo lugar, destacaría la vuelta de Diego Ventura a Valencia tras varios años sin actuar en esta plaza y, la tercera es que hay que resaltar el compromiso de todas la figuras y, sobre todo, de José María Manzanares que ha querido doblar su presencia en el ciclo fallero dándole la importancia que queríamos darle al día de San José, ya que queríamos recuperar la categoría y el peso de ese día tan importante en las fallas y lo hemos hecho con un cartel con Manzanares, El Juli y Emilio de Justo que no desmerece el día que se celebra.

¿Son difíciles de contentar los valencianos?

–(Ríe) Aún no lo sé. Se lo diré cuando termine la feria y veamos la reacción de la afición valenciana y el público en general. Cada plaza tiene su idiosincrasia, aunque de donde vengo tampoco es fácil contentarlos, pero, ¿de Valencia? Se lo digo cuando pase la feria.

Viniendo de Madrid, gestionar Valencia debe ser muy fácil.

–¡No, qué va! Cada plaza tiene su personalidad, su idiosincrasia, su toro, sus toreros, su forma de ver la fiesta y de vivirla, y Valencia es una plaza de primera que, como plaza de primera, también tiene sus exigencias.

Madrid va a tener una feria histórica en este 2022

El hecho de ser el empresario de Las Ventas y ahora de Valencia, ¿puede crear sinergias entre ambas plazas o Valencia puede quedar a un lado, en detrimento de lo que siempre supone Madrid?

–La mejor prueba de esa sinergia es la Feria de Fallas que hemos podido ofrecer a los valencianos. Es una feria que no desmerece a Madrid, y crear una feria como la de Valencia también me obliga a crear carteles en Madrid que nos desmerezcan la importancia que tiene Las Ventas.

¿Cómo va Madrid y el San Isidro de 2022?

–Va bien, la verdad. Estamos cerrando los grandes carteles de la feria y las negociaciones están yendo bien. Madrid va a tener una feria histórica en este 2022.

El empresario taurino Rafael GarridoComunicación Nautalia

Hay que salir por la puerta grande en el último San Isidro que organizan, ¿no?

–Sin ninguna duda.

¿Es su último San Isidro? ¿Se presenta, nuevamente?

–(Sonríe) Sí, sí que me presento.

¿En solitario?

–No, en Madrid nos presentamos con Simón Casas.

Cabe destacar que el aterrizaje de Nautalia en el mundo del toro para gestionar Las Ventas fue una sorpresa para todos. ¿Qué balance hace de la gestión, al frente de la primera plaza del mundo?

–Yo entré en el mundo del toro por afición. Soy aficionado desde los ocho años, con abono en Las Ventas, y ahora tengo cuarenta y ocho años. En su momento vi una oportunidad y creí que Nautalia podía aportar cosas al mundo del toro. En ese sentido, la experiencia de Las Ventas ha sido muy enriquecedora y muy positiva, teniendo en cuenta que es imposible tener más mala suerte que la que hemos tenido nosotros. No ha habido ninguna empresa, en la historia de Las Ventas, que haya tenido que lidiar con los problemas del inmueble y la suspensión de otro tipo de actividades que se contemplaba organizar, pero, además, hemos sufrido una pandemia. Pese a todo, se ha funcionado muy bien, porque los San Isidro que hemos organizado y las ferias de otoño han sido ciclos de grandes éxitos. Ahora recuerdo el San Isidro de 2019 que fue el año más importante en cuanto a éxitos ocurridos en Las Ventas, y también hemos innovado con el bombo, con la corrida de la cultura, con las novilladas de verano complementadas con gastronomía. Desde Las Ventas hemos innovado en el mundo del toro y aún hay cosas que no hemos podido desarrollar por todo lo ocurrido. Ojalá tengamos suerte y podamos volver a gestionar la plaza, pues nos han quedado cosas por hacer.

Gestionar la primera plaza del mundo le da a uno una visión amplia y profunda del estado actual de la fiesta de los toros: ¿cuál es su diagnóstico?

–Yo creo que la fiesta de los toros está mucho más viva de lo que muchos quisieran que esté, pero es verdad que tiene problemas que debemos afrontar y solucionar. La fiesta de los toros tiene un reglamento de muchos años que habría que revisar y mejorar, y hay determinados problemas que, con la unión de todos, deberíamos solucionar. Por ejemplo, en la fiesta hay un problema endémico que es la figura del empresario-apoderado, de la cual estoy absolutamente en contra. Ese es uno de los principales problemas de la fiesta. Yo también hice mi incursión en el apoderamiento con Román y con Tomás Rufo, pero el empresario debe ser empresario y debe ser libre para hacer una buena feria. Si tú no eres libre para poder hacer la feria que quieres hacer, no vas a ser un buen empresario. Si ahora hubiese apoderado a dos toreros, y son doce los puestos de la feria ocupando mis toreros dos, ¿qué ciclo voy a organizar? ¿Qué festejos voy a confeccionar? Yo creo que eso no es bueno.

A la hora de revitalizar o reinventar la fiesta: ¿Es el camino marcado por Las Ventas el que deben seguir el resto de las plazas?

–Sin ninguna duda. Creo que tenemos que innovar manteniendo la tradición, la historia e idiosincrasia de la fiesta de los toros, de sus plazas y aficiones, y el camino debería ser ese. Hay que innovar, hacer cambios y adecuar la fiesta al siglo XXI. Eso es lo que hará que la fiesta evolucione, sin dejar a un lado a la gente joven porque ellos son el futuro. La juventud es lo más importante y en Madrid lo hemos trabajado desde el minuto uno, hasta el punto de que hemos metido nueve mil personas en una novillada sin picadores y de eso hacía mucho que no se lograba, debemos buscar un hecho así en la época de Joselito, El Bote y El Fundi… Pero, para que la gente joven vuelva a los toros hay que darles algo más, enseñarles lo que es la fiesta de los toros, su liturgia, y ofrecerles más alicientes para que vengan y se queden. Ese es el camino: gente joven, cambio e innovación.

¿El modelo de Madrid se va exportar a Valencia?

–No en su totalidad, pero sí que hay cosas que se pueden adaptar. Nosotros queremos darle importancia al mes de julio y a su feria y, en ese sentido, ya estamos pensando cómo plantear la Feria de Julio y qué ofrecer para recuperar el prestigio que siempre ha tenido históricamente este ciclo en Valencia y en el mundo del toro. Tenemos varias ideas con las que queremos devolverle la categoría que siempre ha tenido la Feria de Julio de Valencia.

¿Están aterrizando ideas?

–(Sonríe) Primero consigamos los objetivos de la Feria de Fallas donde queremos poner el cartel de «no hay billetes» en, al menos, tres de los cuatro carteles que ofrecemos y después pensaremos como relanzar la Feria de Julio. Si conseguimos los objetivos de fallas demostraremos que Valencia está viva, que la afición y el público responde, y tendremos una medida sobre la que seguir trabajando.

Mucha suerte en Valencia… y en Madrid.

–Muchas gracias.