Picasso y las mujeres: ¿es posible obviar los pasajes turbios en su aniversario?

La eterna pregunta sobre si es posible separar la obra del autor vuelve a llenar titulares y copar encendidos debates en redes sociales con la celebración del Año Picasso para conmemorar los 50 años de la muerte del pintor malagueño.

Y es que la genialidad artística de Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mouguins, 1973) se ha visto en numerosas ocasiones enturbiada por los escabrosos y polémicos rasgos de su personalidad, especialmente en lo que concierne a su trato con las mujeres.

Aunque está considerado el artista más importante del siglo XX, su misoginia, sus infidelidades e incluso las acusaciones de maltrato han perseguido al genio andaluz desde siempre. Picasso ha sido caracterizado por muchos como un misógino, un abusador que ponía a 'sus' mujeres en un pedestal para luego derribarlas; un hombre que temía, además de desear, el cuerpo femenino y que era un marido, amante e incluso abuelo egoísta, exigente y narcisista. Él mismo definió los aspectos eróticos de sus obras en relación a las siete mujeres de su vida: Fernande Olivier, Eva Gouel, Olga Khokhlova, Marie-Thérèse Walter, Dora Maar, Françoise Gilot y Jacqueline Roque. Sin embargo, a todas ellas les fue infiel en repetidas ocasiones.

Un homenaje «con contradicciones»

En la presentación de los actos conmemorativos de Picasso, celebrada en el Museo Reina Sofía por el ministro de Cultura, Miquel Iceta, y su homónima francesa, Rima Abdul Malak, se dejó claro que no se huiría de los perfiles más escabrosos de su personalidad. Un programa de 50 actos a lo largo de 2022 y 2023, con 42 exposiciones en ocho países y un presupuesto de seis millones de euros –tres del Estado y tres de la Fundación Telefónica–, que ayer presentaron ante el Guernica los ministros e inauguraron luego los Reyes y Pedro Sánchez.

Entre las exposiciones y habrá espacio también para conferencias y congresos, y en ellos no se huirá del debate sobre la compleja relación del artista malagueño con las mujeres. «Un debate saludable y positivo si es de calidad», según Bernard Ruiz-Picasso, nieto del pintor y coordinador del Año Picasso en Francia, que califica a su abuelo como un «hijo de su tiempo». Sin embargo, las palabras del familiar de Picasso no han sentado bien en los círculos feministas, ya que ha decidido culpabilizar a las mujeres, afirmando que todas ellas «sabían a lo que se atenían».

Iceta intentó salvar también al genio apelando a «sus contradicciones» en otro discurso poco aplaudido. «Si hay un artista que define el siglo XX, que lo representa con toda su crueldad, su violencia, su pasión sus excesos y sus contradicciones, es sin duda Pablo Picasso». La titular de Cultura francesa, en cambio, decidió alejarse de terreno pantanoso y destacar simplemente que Picasso sigue ejerciendo «una verdadera fascinación» dentro y fuera de Europa.

Esposas, amantes, engaños, 'affaires'... y suicidios

Con Olga Khokhlova Picasso tuvo un hijo, Paulo, pero el maltrato físico y las numerosas infidelidades la alejaron de él, por lo que comenzó un idilio con Marie-Thérèse Walter, de tan solo 17 años cuando él tenía ya 45. Con ella tuvo una hija, Maya, mientras continuaba casado con Khokhlova. A la vez, comenzó otra relación con Dora Maar, mujer que admiraba enormemente la obra de Picasso, pero que acabó destrozada por esa relación, sumida en una profunda depresión mientras Picasso incorporaba una tercera mujer de manera 'estable' a su vida: Françoise Gilot.

Françoise Gilot fue la única mujer que disintió de la mentalidad controladora de Picasso. Tras tener dos hijos con él, decidió abandonarlo y huir de su presencia abusiva. Sin embargo, Tanto Marie-Thérèse como Jacqueline Roque, su última musa y segunda esposa, a la que conoció cuando ella tenía 26 años y él 72, se suicidaron. Y cuando el nieto del artista, Pablito, fue rechazado en el funeral de su abuelo por Jacqueline, también acabó con su propia vida.

El revisionismo feminista –y en realidad, el no feminista también– ha decidido dejar de esconder este lado inhumano del pintor, narrado también por su propia nieta, Marina Picasso, en sus memorias. Por ello el programa del Año Picasso no rehuirá este tema. «No esconderemos nada», coincidieron el ministro español y su colega francesa. «En los debates se contemplará la cuestión de género y se mostrará a Picasso tal como es, como artista y como persona», insistió Iceta.

«Picasso es hijo de su tiempo, con facetas que hoy pueden ser contestadas y con todas las contradicciones de un carácter apasionado, que amaba la pasión e intentaba controlarla», dijo el ministro. «Que se conozca la parte de violencia que hay en él. No hay que ocultarlo; yo creo en el debate», coincidió su colega francesa.

Francia y la familia Picasso prestarán casi 700 obras a cerca de 40 instituciones. La exposiciones que las acogen se celebran en una coyuntura económica más que delicada, con los seguros y los transporte más caros de la historia. Esto supone un hándicap para los organizadores.