El director del Prado, sobre las obras incautadas: «Tenemos la voluntad de no tener nada que no esté de forma legal»
El Museo vuelve a exhibir una de las obras más icónicas de la colección: Hipómenes y Atalanta del pintor Guido Reni, tras su proceso de restauración
El Museo del Prado presentaba esta semana la restauración de la pintura Hipómenes y Atalanta, una de las obras más icónicas del museo y que estaba reparándose durante nueve meses para devolverle la luminosidad, la forma y el color original con el que lo pintó el italiano Guido Reni.
El cuadro cuelga desde este miércoles en la Galería Central del museo madrileño en una estructura especial y allí permanecerá hasta que viaje en noviembre a Fráncfort, Alemania, donde se prepara una exposición sobre Guido Reni que llegará a Madrid en 2023.
Tras la presentación, el director del Museo del Prado, Miguel Falomir, conversó con la Prensa y expresó que tienen la voluntad «de no tener nada que no esté de forma legal», en relación con las más de 20 obras documentadas que fueron incautadas durante la Guerra Civil. Y añadió que su obligación se encuentra en «documentar todo» ya que «es el momento de dar un empujón a la investigación».
Falomir auguró que para finales de 2022 o inicios de 2023 podrán tener una lista exhaustiva de todas esas obras incautadas de manera ilegal para ponerlas a disposición de los dueños originarios. Pero, por el momento, no han recibido ninguna reclamación al respecto. Asimismo el pasado 20 de septiembre el Prado contabilizaba un total de 25 obras documentadas –de las cuales 22 ya contaban con información en la página web–, el número ha aumentado tras los últimos estudios del catedrático y experto en patrimonio y Guerra Civil Arturo Colorado, cifra que el director no ha podido concretar.
La restauración de 'Hipómenes y Atalanta'
Los trabajos de restauración se desarrollaron al amparo del apoyo que ofrece cada año la Fundación Iberdrola España, Protector del Programa de Restauración del Museo Nacional del Prado, y han puesto de manifiesto que se trata de una obra «verdaderamente dotada de una gran luminosidad y fuerza expresiva», reza la página web del museo.
Según la mitología, Atalanta era una ninfa veloz. Tan veloz que ningún hombre era capaz de ganarle en una carrera. Aquellos que lo intentaban tenían el deseo de pedirle la mano, pero se arriesgaban a morir en el caso de perder la carrera. Todos los pretendientes murieron hasta que llegó Hipómenes, al que ayudó Afrodita dándole tres manzanas de oro, que arrojó a lo largo de la carrera, de modo que la bella y veloz ninfa se detuvo a recogerlas, perdiendo, finalmente, la carrera. Guido Reni (1575-1642) plasmó en este lienzo de grandes dimensiones (206x279 cm) el momento justo en el que Atalanta se detiene a recoger las manzanas. El pintor italiano demuestra su destreza al plasmar la escena con la mayor delicadeza.
Dicha reparación ha recaído sobre Almudena Sánchez, quien se ha encargado de eliminar la tonalidad amarillenta de los cuerpo así como de la opacidad al paisaje en el que se desarrolla la escena: «La franja que más ha mejora es la del mar, cuyo azulado oscuro ha emergido tras la restauración», explicó la restauradora. Ahora se puede ver más nítidamente el perfil de la ninfa, la delicadeza de sus facciones y el sutil sonrosado de sus mejillas; contemplando una imagen «más parecida a la que concibió Reni».
Con el paso de los años se le añadieron dos bandas adicionales de pintura (de 7 y 13 cm) que no eran originales y que desvirtuaban la posición de la escena. Por ello, se ha dotado al cuadro de un nuevo marco para ocultar las bandas y dejar únicamente visible «lo pintado por Reni».