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Cuatro curiosidades sobre la vida de J.R.R. Tolkien en el aniversario de su nacimiento

Aunque el nombre de Tolkien sea universalmente conocido, existen algunos detalles interesantes sobre su vida que son desconocidos por muchos

Considerado el padre de la fantasía moderna, John Ronald Reuel Tolkien consiguió con sus obras cautivar a los lectores de todo el mundo, además de impulsar este género que empezaba a ganar popularidad. John Ronald, como le conocían sus amigos, o «Trollers» para sus colegas de Oxford, donde fue alumno y profesor, era el prototipo de caballero inglés, a pesar de haber nacido en Sudáfrica un 3 de enero de 1892. Tuvo una vida longeva y corriente, sin apenas sobresaltos. Su mejor amigo, C. S. Lewis, le describió como un «gran hombre, aunque lento y nada metódico».

En septiembre de 1937 publicó El Hobbit, la que se convertiría en su primera gran obra, nacida del sencillo deseo de un padre de entretener a sus cuatro hijos tras un proceso largo de redacción y corrección. Fue un éxito inmediato y pronto su editorial le pediría escribir una segunda parte que con el tiempo se convirtió en el primer libro de una trilogía: El Señor de los Anillos, y que verá la luz 17 años más tarde. Según Tolkien, la historia se le había «escapado de las manos», había «tomado vida propia».

Se definió a sí mismo con estas palabras: «En verdad soy un hobbit, excepto por el tamaño. Me gustan los árboles, los jardines y las granjas sin máquinas; fumo en pipa, me gusta la comida sencilla (no refrigerada) y detesto la comida francesa; me agradan y hasta me atrevo a usar en estos días oscuros, los chalecos adornados». Aunque el nombre de Tolkien sea universalmente conocido, existen algunos detalles interesantes sobre su vida que son desconocidos por muchos. Desde El Debate recogemos cuatro curiosidades sobre su vida.

J.R.R. Tolkien

Luchó en la Primera Guerra Mundial

Cuando estalló la Gran Guerra, Tolkien se alistó inmediatamente. Tenía 22 años cuando empuñó armas y actuó en uno de los escenarios más cruentos de la guerra: la batalla del Somme. El primer día de aquella sangrienta contienda se tradujo en la muerte de 20.000 soldados británicos. El autor de El Hobbit permanecería en la línea de combate hasta que se enfermó de la denominada «fiebre de las trincheras» y fue trasladado a Inglaterra.

Lo vivido en las trincheras dejó en él una marca profunda y años más tarde tomaría sus recuerdos de aquel horror para dar forma a lo que hoy conocemos como Mordor.

El padre Francis, el Gandalf de su vida

El autor de El Señor de los Anillos contó en su infancia y en su adolescencia con la influencia formativa, espiritual y económica de un sacerdote católico oriundo de El Puerto de Santa María, Francisco Javier Morgan Osborne. El padre Francis o tío Curro –como se le conocía en sus tierras– fue tutor legal de Tolkien desde que su madre murió cuando él tenía 12 años.

El sacerdote español y el autor británico compartieron una larga e intensa relación que se prolongó toda su vida, casi de padre e hijo biológico. En muchas ocasiones Tolkien se refería al cura como su «segundo padre». Una muestra de la influencia del gaditano en la obra de Tolkien se puede apreciar en la vinculación entre Bilbo y Frodo o Elrond y Aragorn: la imagen de un tutor que resulta ser más que un padre y que es crucial para el futuro de su protegido.

Inventaba idiomas como diversión

En su juventud aprendió un sinfín de idiomas que respaldarían su carrera de lingüista. Sabía hablar latín, francés, alemán, inglés medio y antiguo, finlandés, gótico, griego, italiano, noruego antiguo, español, galés y galés medieval. Estaba familiarizado, además, con el esperanto, danés, holandés, lombardo, noruego, ruso, serbio, sueco y otras formas antiguas y dialectos germánicos.

Gracias a su amplio conocimiento, comenzó a crear idiomas a modo de diversión y por mera curiosidad, y al menos se le atribuyen 15, siendo Qenya y Sindarin – hablados por los elfos de sus novelas– los que mejor desarrolló.

Inicio del poema Namarie El lamento de Galadriel en Quenya

«La historia de Luthien y Beren» se basa en su historia de amor con su mujer

Dos de los personajes más importantes de El Silmarillion son Luthien y Beren. La primera es una elfa, hija del rey Thingol, que después de terminar la búsqueda del Silmaril decidió volverse mortal para compartir el destino de su amado humano, Beren. Esta gran historia de amor tiene como fuente la propia historia de amor entre Edith y Tolkien que se conocieron cuando él tenía apenas 16 años y ella 19. El padre Francis, preocupado por que este amor perjudicara la educación de su tutelado, obligó a la pareja a separarse y no volver a verse hasta que el joven autor cumpliese la mayoría de edad.

Edith y Ronald Tolkien

Así hicieron, Tolkien terminó estudiando en la universidad de Oxford y graduándose con honores. La noche que cumplió los 21 años escribió a Edith para decirle que sus sentimientos hacia ella seguían siendo los mismos, pero ella ya estaba prometida con otro hombre. Al recibir la carta, ella accedió a reunirse con Tolkien, aceptó romper su compromiso y se casaron compartiendo sus vidas durante cinco décadas. En 1971, cuando Edith falleció, Tolkien pidió ser enterrado junto a ella. En sus lápidas constan las inscripciones «Beren» y «Lúthien» junto a sus nombres originales.