Michael Night Shyamalan contra Hollywood: «Se creen que el público es estúpido»
El antaño encumbrado director de 'El Sexto Sentido', que estrena Llaman a la Puerta, financia sus propias películas alejado de los entresijos de una «meca del cine» que le dio de lado
Michael Night Shyamalan, de 52 años, fue con solo 29, en 1999 y con su película El Sexto Sentido, el director más cotizado del momento, autor de filmes de suspense que se intuían tremebundos en cuanto a su calidad y éxito de público. La «meca del cine» le abrazó más bien por esto último, como él mismo admite, y a pesar de que la calidad siguió siendo la esperada, no lo fueron tanto los números, y ese Hollywood que hoy el mismo autor califica de «disfuncional» le retiró sus galones con el mismo interés con que se los entregó.
Arte y comercio
Conciliar «el arte y el comercio es algo complicado» (¿con esa intención pone a una pareja gay con hija adoptada en el centro de la historia?), ha dicho durante la promoción de su nueva película, Llaman a la puerta, la adaptación de una novela de Paul Tremblay, donde se cuenta la historia de una familia aislada en una cabaña que ve llegar a cuatro desconocidos a quienes dicen que el fin del mundo está cerca y que la única manera de evitarlo es sacrificando a uno de ellos. «En Hollywood hay películas que son simplemente masturbatorias, que sólo hablan consigo mismas. Hollywood se habla a sí mismo», afirmó sin tapujos y con la libertad que le da el haber «abandonado el sistema», en sus propias palabras, al financiar él mismo su películas.
«Hay películas que dicen que están hechas para el público, y piensan que el público es estúpido. Le quitan toda el alma y se limitan a hacer su película por cálculo. Estos son los signos de que nuestra industria es totalmente disfuncional», añadió de un Hollywood que «ya no busca a los mejores narradores para obtener éxitos de audiencia», sino que simplemente busca el éxito de audiencia al menor coste. Una antigua buena costumbre, la de la narración, que Night Shyamalan trata de mantener sabiendo «hablar al público», su forma de «mantenerse sano en esta industria enferma».