¿Muerte natural o asesinato? No hay consenso en el caso de Pablo Neruda
Un panel de expertos internacionales investiga si el premio Nobel fue envenenado por la dictadura de Pinochet o si murió de causa natural. Sin embargo, no llegan a una conclusión y han vuelto a postergar su informe, manteniendo al mundo en vilo
El 11 de septiembre de 1973 Santiago de Chile se encontraba en una situación imposible: la junta militar, encabezada por el general Augusto Pinochet, había dado un golpe que ponía fin al gobierno democrático de Salvador Allende, con el que estaban comprometidos muchos intelectuales de la izquierda chilena de la época. Entre ellos, Pablo Neruda, el mayor poeta de la historia de Chile y uno de los más reconocidos de la literatura universal, Premio Nobel en 1971.
¿Testigos o versión oficial?
La muerte de su amigo Salvador Allende y las noticias que escuchaba por la radio le dejó destrozado y agudizó su cáncer de próstata. Aunque empezó a escribir un libro y le habían dado hasta cinco años de esperanza de vida, según contó su viuda, Matilde Urrutia. Pablo Neruda murió en un hospital 12 días después del golpe, solo uno antes de viajar a México, donde iba a exiliarse. En el extranjero, Neruda se habría convertido en la voz más potente de denuncia frente al régimen de Pinochet.
¿Qué pasó en las últimas horas del poeta? Los testimonios son variados y contradictorios. La versión oficial, la que consta en su certificado de defunción, declara que Neruda murió a causa de una caquexia, lo que conlleva profundas dolencias provocadas por el organismo al descomponer los músculos esqueléticos y el tejido adiposo; es decir, una desnutrición a raíz del cáncer. No obstante, desde el momento de su muerte esta teoría resultó sospechosa debido al contexto de la dictadura chilena. Estas sospechas se acrecentaron exponencialmente cuando el chófer del poeta aseguró que fue envenenado. A causa de esto, sus restos fueron exhumados por orden judicial en 2013.
Cinco años después, un equipo de forenses estudió el caso y descubrió la presencia de una bacteria potencialmente mortal en un diente del autor. La investigación fue auspiciada por su sobrino, Rodolfo Reyes, y el Partido Comunista de Chile. Sin embargo, los expertos admitieron que necesitaban indagar más para obtener una respuesta concreta sobre qué provocó realmente el fallecimiento, por lo que sigue habiendo muchos que piensan que Neruda no fue asesinado sino que en verdad falleció de manera natural, una muerte provocada en última instancia por los acontecimientos de la dictadura de Pinochet que hubo de acelerar su cáncer.
«El mundo debe saber la verdad sobre la muerte de mi tío Pablo», afirma Rodolfo Reyes. Esta verdad seguramente se descubra el 15 de febrero, pues un equipo de especialistas en medicina forense y ADN de Chile, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Francia y España dará a conocer si el origen de la bacteria clostridium botulinum que se encontró en el cadáver de Neruda era de origen exógeno o endógeno.
«Sin conclusiones» sobre la bacteria
Esta misma información iba a ser anunciada hace días. Se trata de la segunda cancelación en menos de una semana, después de que el pasado viernes la presentación del informe se suspendiera debido a que uno de los peritos se encontraba en una zona del sur de Chile afectada por la gravísima ola de incendios, lo que afectó a las comunicaciones. Aunque muchos creen que lo que realmente sucede es que los expertos no llegan a un consenso.
Esa aclaración científica es muy importante para la decisión que próximamente debe tomar la jueza Paola Plaza, quien investiga las circunstancias de la muerte del escritor en 1973. Este es el tercer panel que se constituye en torno al caso. El primero confirmó en 2013 que Neruda falleció producto del cáncer a la próstata. El segundo, también compuesto por expertos internacionales, si bien despejó una duda, también abrió otra. Eso fue en 2017, cuando el grupo de científicos examinó la primera bacteria hallada en los restos del escritor, estafilococo aureus, y determinó que era de origen exógeno. Pero, en medio de esas pruebas, sorpresivamente se encontró una nueva sustancia: clostridium botolinum, cuya toxicidad está en estudio.
Las conclusiones de este último informe son consideradas preliminares, pero solo en el sentido de que el texto final, con los documentos anexados, llegará a manos de la jueza Plaza el 7 de marzo. La jueza hasta ahora solo ha investigado la causa de la muerte de Neruda, pero no si hubo o no asesinato. De ahí la relevancia de contar con prueba científica que se ponderará con la indagatoria judicial.