Premios El Debate
José Luis López-Linares: «Veo en mis películas un patrimonio común de todos los españoles»
Un tesoro que amasó casi sin darse cuenta, de forma natural, en un viaje que empezó en la fotografía y acabó en el cine con Goyas, Ondas y Emmy de por medio
Dice José Luis López-Linares, el cineasta que «asaltó los cielos» y ha ganado tres Premios Goya, un Premio Ondas y es poseedor de una nominación a los Emmy, que si echa la vista atrás ve el camino de España, como si fuera el de El Caminante de Machado, uno de los motivos por los que ha recibido el primer Premio El Debate a la Proyección de España en el ámbito de las artes y las letras.
Un camino que ha transitado, en sus propias películas y en sus propias palabras, por el Museo del Prado, por el vino de Jerez o de Rioja, por el aceite de oliva, por la Altamira de Marcelino Sáenz de Sautuola o por Albéniz, casi un recorrido español completo por todo lo importante, que alcanzó su cumbre en 2021 con el éxito, precisamente, de España, la primera globalización, la película documental más vista de aquel año.
Hasta Los Andes
El mismo filme que fue aprobado como material educativo de la asignatura de Historia de los colegios de la Comunidad de Madrid con una guía didáctica elaborada por Elvira Roca Barea. Más de 8.000 ejemplares se han impreso del libro basado en esta obra, de la que admite no haber esperado nada, como otras veces, y sin embargo haberlo encontrado todo por múltiples razones como la difusión y lo extraordinario de haber llegado con ella hasta Los Andes, y allí haber encontrado a espectadores que le han confesado que su película les había cambiado.
Veinticinco años de una carrera que empezó en el sueño de la fotografía y gracias a un amigo se colocó detrás de una cámara rudimentaria cuya tosquedad le empujó a estudiar en Inglaterra y de vuelta a empezar en la productora de Elías Querejeta, «donde todos hacíamos de todo». La «escuela extraordinaria» donde aprendió el oficio jugando a ser director de casting, guionista, auxiliar o director, que es lo que acabó siendo. Como director de fotografía trabajó con los mejores de su época, y dice que el impulso de hacer documentales le llegó porque aquí no se hacía lo mismo que en Europa o en Estados Unidos.
Carlos Saura, ídolo cercano
Entonces montó una productora y empezó a hacerlo, así de fácil (seguro que no lo fue tanto), hasta hoy, cuando reconoce haber tenido la suerte de mantenerse y dedicarse a la creación de documentales durante un cuarto de siglo. Y además a la creación de los documentales que él siempre quiso hacer y no otros: el viaje fantástico que le lleva a bromear (no del todo) sobre que el mejor documental que se ha hecho nunca es La salida de Misa del Pilar de Zaragoza, a confesar que su ídolo lejano es Andréi Tarkovski y el ídolo cercano Carlos Saura, el «hombre generoso» que le enseñó y le ayudó a ver.