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Platón y Aristóteles representados en los frescos de La Escuela de Atenas

¿Por qué Platón sería un meme en la época actual?

El filósofo griego ni siquiera quería formar hombres cultos en su Academia, sino hombres racionales que gobernasen en una aristocracia de la virtud y del saber

Si en vez de Tamames se hubiese sentado Platón en el escaño del Congreso, probablemente no solo no hubiera variado la reacción hostil y chusca del Gobierno, sus socios y sus votantes, sino que se hubiera recrudecido. Si partimos de que para el filósofo griego el régimen político ideal era la aristocracia, no solo la izquierda se mostraría tan ignorantemente hostil, sino también a buen seguro la derecha y la mayoría de los ciudadanos. Otra cosa ocurriría cuando se matizase que la aristocracia preferida por Platón era la la de la virtud y el saber y no la de la sangre. El impulso que le dio la condena a muerte de su maestro Sócrates y que le hizo descreer de la democracia, ahogada por el populismo y el prejuicio, tan actuales.

Hombres racionales

A Sócrates no le hubieran condenado a muerte en el Congreso o en la sociedad, pero sí al ostracismo, la condena a muerte del presente. Platón en su Academia, fundada tras la desaparición de su preceptor, ni siquiera quería hacer a los hombres más cultos, sino más racionales: la horma del zapato de la irracionalidad ideológica de buena parte de las costumbres sociales, que además se pretenden introducir, retorcer, cambiar y confundir incluso con ministerios creados ad hoc como el de Igualdad, desde donde lo último que se ha pedido es suprimir las matemáticas por la educación sexual: impedir la posibilidad del raciocinio matemático, precisamente la condición de Platón (saber matemáticas) para ingresar en su Academia.

Platón quería que los alumnos fuesen morales, en contra de la inmoralidad reinante que llevó a la muerte a Sócrates. En el Mito de la Caverna se explica bien este afán: «La metáfora de nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación». Los prisioneros de la caverna sólo ven sombras como la sociedad vive en la ignorancia. Sólo mediante la filosofía se puede salir de la caverna y descubrir el «Mundo de las Ideas» del que en pequeña medida se reía media España, con la connivencia del gobierno y sus medios afines, a propósito de un Tamames que a pesar de las incalculables diferencias podría haber sido Platón.

Gobernantes sabios

Se hubieran reído de la racionalidad, de la sabiduría y la prudencia que pedía Platón para los gobernantes en su Estado Ideal, tanto como de la fortaleza y la templanza que asociaba a los guardianes y a los productores, respectivamente, en su utopía. Para Platón los gobernantes solo podían ser gobernantes siendo sabios, sometidos en su juventud a una formación científica para modelar su espíritu en la Verdad, la Justicia y el Bien, justo lo contrario de lo que acontece. Para el pensador el gobierno debe pertenecer a los filósofos, la aristocracia de la virtud y del saber, los gobernantes a los que no impulsará la ambición personal, sino las Ideas, que no son las ideas tal y como las conocemos, sino las formas geométricas: las matemáticas que quiere eliminar Pam. La democracia de la que se llenan la boca los políticos, mayormente los de izquierda, es una forma política de gobierno que Platón sitúa a la altura de la tiranía, la oligarquía y la timocracia.

Platón habla de la democracia que condenó a muerte a Sócrates como de la libertad llevada al extremo donde nadie manda y se produce la igualdad entre desiguales e iguales. De donde surge la tiranía tras la aparición de los demagogos. Precisamente por estas verdades, por estas realidades expuestas científicamente, Platón hubiera sido objeto de escarnio: un meme en la actual realidad social.