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'El Suicidio de Séneca' (1906) de Manuel Domínguez Sánchez

El Suicidio de Séneca (1906) de Manuel Domínguez Sánchez

¿Qué es el estoicismo y por qué está (otra vez) de moda 2.000 años después?

Del esplendor a la decadencia, de la democracia pura al populismo la historia se repite, aunque sea tras el paso de milenios

En los ochenta y los noventa se buscaba el éxito, y el objetivo del éxito era el placer. Fue una suerte de nuevo epicureísmo, que podría ser algo parecido a lo contrario del estoicismo (placer y deber, respectivamente), aunque ambos guardan, además de diferencias, semejanzas. Después de Sócrates, Platón y Aristóteles, los Bird, Magic y Jordan de la Filosofía, vinieron otros. Del esplendor a la decadencia, de la democracia pura al populismo (la historia se repite, aunque sea 2.000 años después) aparecieron las escuelas morales que se preocupaban de cómo había que vivir. Y en esas estamos, otra vez.

Si Platón creó la Academia, Epicuro creó El Jardín, un nombre con connotaciones casi inequívocas. En una reducción de su pensamiento casi injusta, diremos que en el epicureísmo los sentidos eran la fuente principal de conocimiento, que, junto a la libertad, era la meta de los epicúreos, quienes iban detrás del placer y trataban de evitar el dolor. Pero no era una entrega sin medida, sino una entrega calculada. Los epicúreos analizan las consecuencias de sus actos para conseguir sus fines.

El estoico es libre en la aceptación

Los estoicos (Zenón de Citio fue el fundador de la escuela) también iban en busca de un conocimiento que, como pensaban los epicúreos, empezaba en los sentidos. Pero lo que le diferencia de aquellos es el racionalismo que entiende que existe una ley universal que no se puede violar. El derecho natural como ley eterna. El estoico se adapta a las circunstancias y de ese modo es libre. Una auténtica filosofía moral que aboca a aceptarse y aceptar la vida misma y que se ha ido desarrollando con los tiempos (a la escuela griega le siguió la romana, con Epícteto, Marco Aurelio y Séneca como principales nombres). Los actuales buscan constantemente modos, reglas, rutinas para vivir y sobrellevar el peso del mundo o pasar ligeros y «libres» por él.

El coaching, el mindfullness como términos modernos; el yoga y todas sus variantes son un medio estructurado, un estoicismo (lindante con el epicureísmo) práctico, para lograr la armonía en la existencia. La moralidad y la ética. La búsqueda de soluciones en el pasado a través de la filosofía adaptada como psicología, como autoayuda. Libros de aforismos como El Arte de la Prudencia de Gracián o El Arte de la Guerra de Sun Tzu utilizados como manuales.

La búsqueda de la felicidad

Una práctica que tiene el riesgo de que los principios filosóficos no son aplicados en su totalidad teórica e intelectual, sino profana, de consumo rápido, como herramienta física, fueron la moda de los 90 en el «renacimiento» del epicureísmo que se «frenó» con el «renacimiento» del estoicismo (y en la constante presencia del cinismo, que no es un defecto sino otra escuela filosófica que buscaba la virtud, fundada por Antístenes, discípulo de Sócrates) y sus obligaciones en el XXI en la eterna búsqueda cambiante de la felicidad.

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