La arquitectura, ¿posible víctima del avance de la IA?
Hoy en día ya existen inteligencias artificiales capaces de diseñar y construir edificios en tiempo récord, una situación que ha suscitado reacciones muy diferentes entre los arquitectos
De los campos del conocimiento humano que más afectados pueden verse por la inteligencia artificial, la arquitectura parece ser el siguiente. Si las IA de generación de imágenes como DALL-E o Midjourney permitían crear conceptos para edificios fantasiosos, los avances de los últimos años ya abren la puerta a diseñar edificios completamente funcionales mediante un único programa.
Es el caso de XKool, una compañía de inteligencia artificial creada en 2016 por la arquitecta Wanyu He, que ideó y permitió la construcción del Shenzhen Bay International Hotel, un complejo de 500 habitaciones, en apenas cinco meses. Según He, la idea surgió ante la falta de innovación que pudo apreciar entre sus compañeros de profesión, así como la noticia de que el software AlphaGo había sido capaz de derrotar a un campeón del go, juego tradicional chino. Hoy en día, más de 50.000 personas están empleando este servicio, que también cuenta con su equivalente occidental, LookX.
Neil Leach, autor del ensayo Architecture in the Age of Artificial Intelligence, ha señalado que la mayor revolución se está produciendo en el área analítica y de pensamiento estratégico, algo en lo que la IA ya se encuentra «más allá de lo que los arquitectos humanos son capaces de hacer». El experto ha descrito esta situación como «lo que podría ser el último clavo en el ataúd de una profesión que ya se hallaba en apuros».
Riesgos y beneficios de la IA
Otros arquitectos no se hallan especialmente preocupados ante la posible pérdida de empleos, aunque sí por las consecuencias imprevistas de esta tecnología, así como los peligros de los datos empleados para entrenar a las IA. No obstante, numerosos especialistas están aprovechando no solo las nuevas tecnologías de construcción, sino también otros softwares aparentemente no relacionados. Es el caso de ChatGPT, empleado para comparar información sobre materiales, o Midjourney, que proporciona brainstormings instantáneos.
Es el caso de Patrik Schumacher, actual director de ZHA, la empresa fundada por la arquitecta Zaha Hadid, ha defendido este uso de la inteligencia artificial en el proceso creativo. Por su parte, el cofundador de la IA Spacemaker, Carl Christiansen, afirma que estos avances no reemplazarán a los arquitectos, sino que aumentarán su productividad. Sea como fuere, resulta evidente que los expertos deberán adaptarse a una tecnología que, para bien o para mal, ha llegado para quedarse.