7 obras de arte con las que vivir la Navidad en el Museo del Prado

El Museo del Prado es muy conocido por albergar obras impresionantes como Las Meninas de Velázquez o Saturno devorando a sus hijos de Goya. También alberga obras igual de conocidas, o tal vez un poco menos, que representan escenas o símbolos navideños, y que es importante saber de ellas sobre todo por estas fechas. Por ello, el Museo del Prado ha lanzado una iniciativa que tiene diferentes propuestas para visitar el Prado en Navidad.

El museo cuenta con cuatro exposiciones temporales abiertas, además de las dedicadas a Renoir y a Rubens los lunes, para vivir la Navidad a través del arte.

Estas son siete obras para vivir la Navidad en el Museo del Prado:

1. «La Anunciación» de Fra Angelico

Creada hacia 1426, esta obra de témpera sobre tabla fue pintado para el convento de Santo Domingo en Fiésole. Esta obra, que fue minusvalorado por muchos años por la crítica, es una de las obras maestras de este pintor y además decisiva para el arte florentino.

2. «La Adoración de los Magos» de Pedro Pablo Rubens

Esta obra es una de las destacadas del autor y de la colección del Prado, no solo por sus dimensiones sino por su importancia histórica y su técnica. Iconográficamente representa el momento justo en el que los tres Reyes Magos, junto con un gran cortejo, presentan sus ofrendas al Niño Jesús. Esta obra fue un encargo de la ciudad de Amberes para decorar el Salón de los Estados del Ayuntamiento.

3. «La Anunciación» de El Greco

Pintada para el retablo mayor del Colegio de la Encarnación en Madrid, esta obra nos muestra un espacio doméstico en el que el ángel Gabriel se acerca a María, entre nubes y otros ángeles, a anunciarle la llegada del mesías. La base compositiva e iconográfica de esta obra está tomada de una Encarnación previa de Tiziano, hecha para la iglesia de San Salvador de Venecia.

4. «Tríptico de la vida de la Virgen» de Dirk Bouts

En ese tríptico se representan cuatro escenas: la Anunciación, la Visitacion, La Adoración de los ángeles y La Adoración de los Magos. Fue realizada en 1445 y se considera la primera obra conservada de manos de Dirk Bouts. Se ve en esta obra el característico tratamiento de las figuras de Bouts. En contraste con Eyck y van der Weyden, Bouts prefería figuras, poco expresivas, recogidas, y meditativas.

5. «Adoración de los Pastores» de Murillo

Murillo estuvo muy influenciado por Ribera y esta es una de las obras en las que se aprecia este aspecto más claramente. Sin embargo, también hay características muy propias de Murillo, como la suavidad del modelado, y tipos recurrentes en sus obras, como la Virgen que atiende al Niño.

6. «La Anunciación» de Robert Campin

Esta escena de la anunciación, transcurre en el atrio de un templo gótico, que hace alusión a la Nueva Ley, detrás se ve un templo románico, que representa la Antigua Ley. Las esculturas en el exterior del atrio son figuras del Antiguo Testamento. En el interior, en la vidriera, se ve a Moisés recibiendo las tablas de la Nueva Ley y otras escenas que prefiguran la llegada de Cristo.

7. «La Adoración de los Reyes» de Fray Juan Bautista Maíno

En 1612 Juan Bautista Maíno firmaba en Toledo el contrato para pintar el retablo mayor de la Iglesia Conventual de San Pedro Mártir. Los temas encargados a representar eran los momentos más importantes de la vida de Jesús. La Adoración de los Reyes es sin duda una de las más importantes. Fue hecha para que ocupara la Epístola. Los personajes pintados Maíno están llenos de emotividad y cordialidad, creando una escena en la que la interactividad entre ellos funciona, y todo encaja a la perfección.