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Adam Anders es el director, guionista y productor de la película cristiana 'Camino a Belén'

Adam Anders, director de 'Camino a Belén': «Es duro y triste ver a los cristianos atacándose unos a otros, atacando esta película»

Una joven que carga con una responsabilidad inimaginable. Un Rey celoso que no se detendrá ante nada para conservar su corona. Camino a Belén es una aventura musical navideña para toda la familia que mezcla melodías clásicas propias de la Navidad con humor, fe y nuevas canciones pop. El Debate entrevista a su director, productor y guionista, un peso pesado de Hollywood «enamorado de Jesús»

Tras el lanzamiento de Camino a Belén, El Debate ha hablado con Adam Anders, el creador, productor, escritor y director de la película que se atreve a contar «el acontecimiento más importante de la Historia».

Cristiano de nacimiento, Anders ha tenido que enfrentarse a no pocos obstáculos en un Hollywood descristianizado. A pesar de ello, ha participado en importantes proyectos, siempre asociados al cine musical, como High School Musical, Glee o Rock of Ages, además de escribir canciones para personajes tan dispares como Hannah Montana o los Backstreet Boys.

Camino a Belén es un musical divertido, entretenido y lleno de esperanza basado en el nacimiento de Jesús, que captura la esencia y la verdad de la Navidad, o al menos esa es la intención de su director. Hablamos de su viaje de fe, su capacidad creativa, el verdadero mensaje de lo que sucedió hace dos milenios y la posibilidad de volver a empezar siempre gracias a esta novedad única en la vida del hombre.

–¿Cuándo comenzó este proyecto, cuándo pensó que debía relatar la historia de la Navidad?

–Fue hace mucho tiempo. La primera vez que tuve la idea fue hace 17 años, y me di cuenta de que nadie había contado esta historia en formato musical. Hay muchos musicales navideños geniales, pero ninguno de ellos habla realmente de lo que es la Navidad. Es gracioso; parece que celebramos que viene Papá Noel, pero es algo mucho más importante... Así que me lancé. ¡Pero tuve que aprender cómo se hace una película!

–Porque en Camino a Belén usted lo hace todo: ha escrito las canciones y el guion, produce y se estrena como director.

–Ha sido una locura. Al principio, cuando tuve la idea, solo era compositor y productor musical, y pensé que alguien se encargaría del guion. Después lo escribí y recé para que alguien lo produjera. Después de producirlo, me di cuenta de que también iba a tener que dirigirlo, a pesar de que siempre me había negado a tomar ese papel. Pero con la pandemia tuve mucho tiempo de reflexionar, y le di un gran empujón a la película, reescribí el guion y me di cuenta de que el proyecto era tan mío que tenía que estar yo al frente. Y es la mejor decisión que he tomado: ¡me ha encantado dirigir! Y me encantó rodar en España, con un equipo increíble. He hecho amigos para toda la vida.

Me encantó rodar en España, con un equipo increíble. He hecho amigos para toda la vida

–¿Fue la fe quien le llevó a creer en este proyecto, o ha sido el proyecto el que ha fortalecido su fe?

–La razón por la que quería contar esta historia es por mi fe, y por la frustración que me produce que la Navidad se haya alejado de su mensaje fundamental. Yo crecí dentro del cristianismo, y voy con mi familia a la iglesia todas las semanas. Por eso es una película muy importante para mí; es probablemente la más personal, la más espiritual que he hecho. Recé mucho mientras la rodaba; no quería equivocarme. Hay una razón por la que tenemos tantas denominaciones dentro de la Iglesia, pero en realidad lo más importante es que todos creemos en Jesús. De todas formas, hablando de la fe siempre va a haber quien no esté de acuerdo... Todo lo que podía hacer yo era mantenerme fiel a la inspiración de Dios. Todo lo demás depende de Él.

Los tres Reyes Magos de la película 'Camino a Belén'

–Califica la Navidad como «el acontecimiento más importante de la Historia». ¿Ha sido así en su vida, en su historia personal?

–Cada vez que veo la escena de la Natividad, del nacimiento de Jesús, en la película, me emociono. Todas las veces. Y no es porque haya hecho un trabajo fenomenal dirigiendo esa escena, sino por lo que significa y lo que representa. Hay una razón para que ese niño se llame «Jesús»; de hecho, cuando lo pronuncian, se hace un silencio. Porque ese nombre ha significado durante milenios mucho para muchos de nosotros, por eso quería darle esa reverencia. Jesús nos trae esperanza; yo en particular no habría sobrevivido en Los Ángeles sin mi fe. Y a la vez, quería que hubiera humor, que los niños pudieran seguirla (incluidos mis hijos), quería que fuera una película familiar y que pudiera gustar a todos.

Jesús nos trae esperanza; yo no habría sobrevivido en Los Ángeles sin mi fe

–Hay un personaje muy interesante, el hijo del Rey Herodes, Antípatro. Él demuestra que no es un discurso o un conjunto de razones lo que cambia el corazón del hombre, sino una Presencia.

–Así es. Fue una elección un poco arriesgada, porque no aparece en la Biblia, pero quería que hubiera un personaje con el que todos pudiéramos identificarnos. Él busca el sentido de su vida, su felicidad, pero está atrapado por las decisiones de su padre. Si le obedece, heredará un trono terrenal, pero cuando conoce al Niño Jesús sienta una plenitud nueva: conoce a un verdadero Rey, y su rechazo al mal, que ya latía en su interior, cobra sentido. Es un momento muy poderoso, que nos representa a todos. Yo quería hacer a un malo malísimo, tipo Darth Vader y Palpatine, porque añade tensión y ayuda a contar una historia de la que, por otro lado, todo el mundo conoce el final. Pero aunque lo añadí, es una figura histórica: Antípater era el primogénito de Herodes, se crio en Roma y fue soldado, pero Herodes lo mató el mismo año histórico en que nació Jesús porque intentó derrocarlo, ya que pensaba que no era apto para gobernar.

Joel Smallbone interpreta a Antípatro, el primogénito del Rey Herodes, en 'Camino a Belén'

–Es cierto que ha habido aspectos que interpretaban la historia, con alguna que otra licencia artística, como se anuncia al principio de la película.

–Exacto. Con Antípatro pensé que se trataba de una historia increíble que yo nunca había escuchado, y ya que se sabe que María y José estuvieron en Belén ese tiempo, aproximadamente tres años, es posible que se conocieran. ¿Quién sabe quién visitó a Jesús en esos tres años? ¿Y si uno de ellos fuera Antípatro? ¿Y si Herodes le ordenó asesinar a todos los niños y él se negó? Obviamente era un gran «y si...», pero eso es lo que haces como cineasta y como artista. Creo que hay quien lo ha malinterpretado; no es que yo «reescriba el Evangelio», es simplemente que añado un personaje histórico y le doy una historia plausible para que nos identifiquemos con él.

–El trabajo de casting es excelente, especialmente el de Fiona Paloma como Virgen María. Son personajes muy humanos, con sus dudas, sus preguntas, sus tentaciones...

–Ha sido otro tema muy delicado. Hay cristianos que piensan que son «demasiado humanos», que no creen que los personajes de las Escrituras tuvieran ese tipo de emociones. ¿Pero cómo no iban a tenerlas? María tenía sueños, aspiraciones y preferencias; no era solo «la incubadora» de Jesús, sino que fue su madre, con todas sus consecuencias. Escribí una María fuerte porque creo que Dios eligió a una mujer fuerte para ser la madre de Dios. Y su deseo de tener estudios y una ocupación, que también ha sido muy criticado... Creo firmemente que los seres humanos tenemos sueños y esperanzas, y cuando me puse en su lugar me imaginé a una joven que sentía que algo bullía en su interior, ¡sabía que algo le iba a suceder! Se preguntaría para qué estaba hecha, cuál era su misión en el mundo. Su padre quería que se casara pero ella quería estudiar las Escrituras, y quizá enseñarlas, por eso la imagino queriendo ser profesora, «maestra rabina», como su padre. Ella debía de sentir una conmoción dentro, y debía saber que le esperaba algo más grande que casarse, aunque siempre es respetuosa y obedece a su padre, al igual que a su Padre Celestial.

Escribí una Virgen María fuerte porque creo que Dios eligió a una mujer fuerte para ser la madre de Dios

–¿Cómo es ser cristiano en Hollywood? ¿Encuentra a veces más oposición entre cristianos que «en el otro lado»?

–Es muy difícil. Yo llamo «fuego amigo» al que disparan otros cristianos. Es muy curioso porque esta película ha sido muy bien recibida: en Rotten Tomatoes tiene una aprobación del 95 % de la audiencia, y ha gustado incluso a los críticos. Pero la mayoría de comentarios negativos procede de cristianos, y eso es muy doloroso. No me conocen, ni conocen mis intenciones; yo no represento a Hollywood (que es algo que puede hacerles desconfiar). Mis intenciones han sido muy puras: quería que todo el mundo entendiera lo que significa la Navidad, sin importar la edad. Pero es doloroso ver a tus compañeros cristianos, que ni siquiera han visto la película, atacándote, haciendo campaña para que la gente no vaya al cine a ver tu película. Yo invitaría a todo el mundo a verla antes de criticarla; está muy de moda lo de hablar de oídas, y es una forma de cotilleo. Los cristianos eran conocidos por su amor, por su unidad; no fue una guerra, sino que fue el amor lo que hizo que los cristianos se extendieran por todo el mundo. Los cristianos deberíamos ser conocidos por la forma en que amamos a los demás, no por estar constantemente «en contra». Pero al algoritmo le gusta la negatividad...

Antonio Banderas interpreta al Rey Herodes en 'Camino a Belén'

–¿Cómo surgió la elección de Antonio Banderas para el papel del Rey Herodes?

–Fue un empeño personal. He sido un gran admirador suyo durante mucho tiempo, y cuando terminé el guion, me di cuenta de que había escrito el personaje del Rey Herodes pensando en él. Creí que no lo conseguiría, llamé a su mánager mil veces, y finalmente le dije: «Volaré a cualquier parte del mundo para hablar con Antonio durante 5 minutos». Él me dijo que no, que no iba a funcionar. Pero como estaba dirigiendo y protagonizando una obra de teatro en Madrid, decidí ir a verla, y para resumir esta historia, fuimos a ver su obra un montón de veces hasta que por fin, un día conseguimos hablar con él. En muy pocos minutos le expliqué mi visión, el papel que quería para él... y le encantó. ¡Le encantaba tener que ser el malo! Y además, como es un hombre de fe, se enamoró de la historia... Le gustaba mucho la canción que había escrito para Herodes, y rodábamos como quien dice en su «patio trasero»: él vive en Málaga y estábamos rodando en Almería, así que todo se ordenó. Antonio Banderas es una gran persona, un hombre de fe con un talento increíble. Me pellizcaba cada vez que aparecía. Todavía no me lo creo.