El pueblo francés sigue presionando a Macron para no cambiar las vidrieras de la catedral de Notre Dame

Apenas dos semanas atrássse lanzó una petición online para que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, no reemplace las míticas vidrieras que componen parte de la catedral de Notre Dame de París, ya que se salvaron del incendio ocurrido en 2019.

Debido al auge de la petición, se sigue presionando a Macron para que mantenga las vidrieras originales y no las reemplace por la petición por parte del arzobispo de París, monseñor Laurent Ulrich, ya que están descontentos con la decisión y la achacan a sus «deseos de grandeza».

Una petición viral

Didier Rykner, impulsor de la iniciativa y periodista y fundador de La Tribune de l'Art, ha comentado a EFE: «He visto una petición en la web para que se hagan nuevas vidrieras contemporáneas (el proyecto de Macron). La han firmado 20 personas. Mi petición tiene casi 124.000 apoyos».

Además, Rykner ha confirmado que entre las miles de firmas se encuentra la de Stéphane Bern, allegado del presidente Macron que se encarga de dirigir un organismo público que se encarga de descubrir y preservar el patrimonio del país vecino.

Rykner confía en el poder de la opinión pública de Francia de oponerse a que Macron reemplace las vidrieras de mediados del siglo XIX que fueron concebidas por Eugène Viollet-le-Duc.

«El Presidente no puede decidir solo»

A su vez, Rykner ha mostrado su indignación por la forma en la que Macron anunció la idea de cambiar esta obra icónica de Notre Dame el pasado 8 de diciembre, un año antes de su reapertura, haciendo como si pretendiese dejar poco margen a protestas sobre su proyecto.

El periodista siguió comentado que «el Presidente no puede decidir solo, estamos en democracia. Hay leyes y reglas. Sin duda, hay asociaciones en defensa del patrimonio que recurrirán a la Justicia».

Asimismo, ha alertado de que la obra de Viollet-le-Duc recrea exageradamente las vidrieras de la época medieval que se habían destruido y, además, que se encuentran totalmente protegidas por ser patrimonio nacional de Francia y es difícil extraer de su lugar original, ante la idea de Macron de exponer las vidrieras en un museo.

«Es absurdo conservarlas en un museo»

Rykner también ha recordado que la entonces ministra de cultura, Roselyne Bachelot, descartó por completo la reposición de las vidrieras por cuestiones legales. El periodista ha aprovechado la ocasión para aportar que espera que «no se haga el ridículo cambiándolas».

Con el fin de que la presión sea mayor, el periodista se va a encargar de entregar en el Elíseo una carta escrita a Macron el próximo 16 de enero, una vez que su petición haya alcanzado las 150.000 firmas. Además, se muestra totalmente confiado en que se conseguirá gracias a todos los amantes del templo que era visitado por alrededor de 13 millones de personas anualmente antes de incendiarse.

Didier Rykner ha finalizado comentado que es «absurdo» conservar las vidrieras en un museo y que «lo moderno es la protección de los monumentos. Nosotros somos los modernos, aunque a veces nos hagan pasar como los chapados a la antigua, los carcas».