Tres chistes de Arévalo que no pasarían el filtro de la actual corrección política
El humorista hizo bromas sobre los homosexuales, a los que llamaba 'mariquitas', los gangosos o los gitanos
El humorista Paco Arévalo fallecía este miércoles sorprendiendo a sus seres queridos, que no se lo esperaban. Su hijo, Paco Rodríguez, ha reconocido que ha sido todo «repentino, ha sido muy rápido» ya que en «cuatro días parecía que tenía gripe y ha ido empeorando». En medio de su convalecencia, Arévalo dejó de comer progresivamente y falleció a los pocos días de ponerse enfermo.
A pesar del difícil momento por el que pasa, Rodríguez ha destacado que su padre «siempre ha vivido para sacar una sonrisa a los demás» a pesar de las críticas que ha recibido a lo largo de su carrera por sus polémicos chistes sobre los homosexuales, los gitanos, gangosos o tartamudos. «Yo sé perfectamente cómo lo recordamos nosotros y cada uno que lo recuerde como quiera», ha manifestado Paco Rodríguez.
Estos son algunos de los chistes del humorista Paco Arévalo que si se hubiesen pronunciado a día de hoy no habrían pasado el filtro de la corrección política. Un filtro que impide bromear sobre casi cualquier asunto de actualidad.
El chiste de los gitanos
«Aquí se va a vender to. La casa, la televisión, la nevera, el frigorífico, la radio, el vídeo. Ahora, la cadena de oro que sudó mi padre, esa no».
Bromas sobre los homosexuales
El mariquita al que le tocó la mili en Cartagena y cuando llega a Cartagena «lo primero que le dan es el mocho para fregar el barco».
Los chistes de gangosos y tartamudos
«Había un padre que tenía un hijo que era gangoso y además de gangoso era un poco despistado. Entonces el padre le dice: mira hijo, coge este paquete y se lo vas a llevar al comisario de la comisaría de la calle Arruzafa».