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Donald Trump en un acto electoral en Portsmouth, New HampshireAFP

Trump se queda sin música: The Smiths, el último en sumarse a la «lista negra»

Como ya hicieron en el pasado Rihanna, los Rolling Stones o Pharrell Williams, ahora el guitarrista de la banda inglesa, Johnny Marr, se ha opuesto también al uso de sus canciones por parte del político estadounidense

La relación de Donald Trump con algunos artistas y su música no atraviesa sus mejores momentos. Incluso antes de llegar a la presidencia de Estados Unidos algunos artistas ya le prohibieron usar sus pistas musicales con objetivos de campaña.

Recientemente, en un encuentro en Dakota del Sur, Trump puso una melodía de The Smiths, de la canción Why please please let me get what I want. Acto seguido ,su guitarrista, Johnny Marr, lo denunció públicamente.

The Rolling Stones

En el año 2020, el grupo liderado por Mick Jagger y Keith Richards anunció a Trump que tomarían acciones legales por usar sus canciones en las manifestaciones del neoyorquino tras pedir en varias ocasiones que no las utilizase. Lo hicieron por medio de un comunicado que su equipo legal estaba trabajando con una de las cinco principales organizaciones de derechos de autor de los Estados Unidos (BMI), para detener el uso de sus canciones en la campaña de reelección presidencial.

Adele

El que fuese candidato republicano utilizó en diferentes mítines dos de los temas más conocidos de Adele, como Rolling in the deep y la canción Skyfall. Tras meses de rumores que relacionaban a la cantante con la política de Trump, Adele pidió que no volviesen a usar más canciones suyas durante la campaña del candidato a la presidencia de Estados Unidos: «Adele no dio su permiso para que su música se usara en ninguna campaña política», afirmó el equipo de comunicación de la artista.

Queen

En 2016, durante la presentación pública de Melania como Primera Dama, Trump hizo sonar We Are The Champions. Un sonido que terminó provocando que Brian May, junto al resto de la agrupación, emitiesen un comunicado: «En nombre de la banda, estamos frustrados por el uso no autorizado repetido de la canción después de una solicitud previa de desistimiento, que obviamente ha sido ignorada por Trump y su campaña...».

«Queen no quiere que su música se asocie con ningún debate político o general en ningún país. Queen tampoco quiere que We Are The Champions se use como un respaldo del Sr. Trump y las opiniones políticas del Partido Republicano. Confiamos y esperamos que el Sr. Trump y su campaña respeten estos deseos en el futuro», finalizaba el comunicado.

Rihanna

La relación de Trump con la cantante nacida en Barbados ha estado siempre en la cuerda floja. Hace unos años, Rihanna descubrió algunos de sus éxitos, como Don’t Stop The Music, sonando durante una de las manifestaciones republicanas, y decidió contestar un tuit del periodista de The Washington Post Philip Rucker sobre el uso de su música: «No por mucho más tiempo… ni yo ni mi gente estaríamos en uno de esos eventos trágicos, ¡así que gracias por el aviso!».

Desde entonces Trump carga contra Rihanna en sus comunicados, como el que realizó sobre su actuación en la SuperBowl: «¡FRACASO ÉPICO!: Rihanna dio, sin duda, el peor Halftime Show de la historia de la Super Bowl. Después de insultar a más de la mitad de nuestra nación, ya está en serio declive, con su lenguaje soez e insultante».

Rihanna durante el descanso de la SuperBowl 2023GTRES

Pharrell Williams

Tras descubrir que Trump empleó su canción Happy en un evento, solo unas horas después del tiroteo en la sinagoga de Pittsburgh en octubre de 2018, envió a un comunicado a la Casa Blanca para que cesara en el uso relacionado con su éxito y cualquiera de sus otras canciones: «No hubo nada Happy sobre la tragedia infligida en nuestro país el sábado y no se le otorgó permiso para usar esta canción con este propósito».

Elton John

El artista británico también limitó el uso de su música al escuchar sus clásicos Rocket Man y Tiny Dancer en la previa de los mítines de campaña de Trump: «Realmente no quiero que mi música esté involucrada en algo relacionado con una campaña electoral estadounidense. Soy británico. Conocí a Donald Trump, fue muy amable conmigo, no es nada personal, sus opiniones políticas son suyas. Las míos son muy diferentes: no sería republicano ni en un millón de años».