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Retrato de Federico García Lorca pintado en la fachada de la casa natal del poeta en Fuentevaqueros (Granada)EFE

La presión de la izquierda obliga a la dimisión del nuevo director del Patronato Lorca en Granada

El motivo ha sido que Antonio Membrilla se refirió a la memoria histórica en Twitter hace cuatro años como «memez histérica» en una contestación

Primero ha sido la dimisión de Laura García Lorca, sobrina de Federico y miembro del Patronato de la Fundación del poeta por las declaraciones del nuevo director, Antonio Membrilla, del Partido Popular. No eran unas declaraciones actuales, sino de 2020, hechas en la red social X, entonces Twitter, como respuesta a otro tuit. Membrilla tachó a la memoria histórica de «memez histérica». Alguien recuperó el mensaje en estos días y el presidente lo borró, aunque ha quedado constancia del hecho. A partir de ahí se organizó una revolución jacobina.

Cancelación en estado puro. La dimisionaria no dio más explicaciones y nadie se las pidió, bastaba con el hecho. Al mismo tiempo el activismo memorialista empezó sus acciones para derribar al nuevo director de la Fundación Lorca, que todavía no había tomado posesión. Todo en un día, como la película. Dijeron que Membrilla «no puede dirigir un centro dedicado a una víctima tan relevante de la represión franquista», primera consigna falsa del activismo. ¿Puede ser represión de Franco lo que el propio dictador ordenó investigar tras la Guerra?

Distintas asociaciones andaluzas se unieron después a la corriente, acusando al Gobierno de Moreno Bonilla (del PP) de «dar la espalda a las víctimas y a las políticas de memoria». Juan Espadas, secretario general del PSOE andaluz, pidió la dimisión por su «desprecio a la memoria histórica y la cultura». Membrilla es profesor de Lengua Española de Enseñanza Secundaria y miembro del Consejo Escolar de Andalucía. Fue candidato a la alcaldía en las últimas elecciones municipales por el PP en Armilla y respondió a la polémica en X, donde explicó el contexto de sus declaraciones.

Pero la sentencia de la izquierda ya estaba dictada y ejecutada. La presión en la red social a través de sus hordas se acrecentó tras las explicaciones. Además, siete asociaciones vinculadas a la Memoria Histórica de la provincia de Granada; cinco municipios lorquianos; dos sindicatos y tres partidos políticos de Granada han convocado para este miércoles una concentración de protesta en el Centro de Estudios Lorquianos de Fuente Vaqueros para pedir al presidente de la Diputación el cese de Antonio Membrilla, quien ya ha anunciado que no tomará posesión de su cargo «dada la situación actual generada» por una contestación a otro tuit donde el propio Membrilla señalaba «la crítica selectiva de algunas personas que visibilizan a unas víctimas solo, frente a otras que quedan en el olvido».

Aclaraciones sobre dos simples palabras proferidas hace cuatro años, ya anacrónicas y descontextualizadas, cuando el protagonista no tenía nada que ver con la Fundación, con los habituales argumentos racionales que no tolera la izquierda sectaria, aquella que representa a la memoria histórica o la memoria democrática hacedora del relato que, efectivamente, como bien dice Membrilla, «visibiliza» a unas víctimas y deja en el olvido a otras.