Musical homenaje a Miguel Ángel Blanco e Ignacio Echeverría: dos héroes que siguen vivos en nuestro recuerdo
El sábado 13 de abril ha tenido lugar un homenaje por partida doble a dos de los principales héroes de la España contemporánea, e incluso allende nuestras fronteras: Miguel Ángel Blanco e Ignacio Echeverría. El tributo tomó forma de musical pues la belleza de sus respectivas vidas, entregadas en plena juventud, solo puede narrarse adecuadamente desde la belleza: solo puede cantarse, como las grandes gestas de todos los tiempos. Miguel Ángel e Ignacio fueron héroes valientes y sus vidas segadas en plena lozanía, fueron semilla de grandes cosas.
En España, el asesinato del concejal Miguel Blanco en 1997 marcó el principio del fin de ETA, comenzando por el propio País Vasco, pero que también provocó una toma de conciencia en la opinión internacional a veces desorientada sobre el supuesto «conflicto vasco». Mucha gente que miraba para otro lado -véase el impactante corto-documental 27 minutos-, cambió esta «banalidad del mal» gracias a la muerte de Miguel Ángel tras ese ultimátum de 48 horas que dio la banda terrorista para asesinarle cobardemente si el Gobierno español no cedía a sus chantajes.
Por su parte, la heroica acción de Ignacio Echeverría al defender a una mujer que estaba siendo apuñalada por tres terroristas, inició una oleada de reconocimiento internacional hacia Ignacio como héroe, como el «skate hero», el héroe del monopatín. Ambos eran chicos aún jóvenes con sus alegrías, sus preocupaciones y sus pasiones. En el caso de Miguel Ángel su pasión era tocar la batería en un grupo de música y en el caso de Ignacio su pasión era el skate. Pues bien, en el musical Skate Hero estuvieron presentes las dos reliquias heroicas que marcaron la vida de estos jóvenes: la batería de Miguel Ángel -que sonó por primera vez desde su muerte con un emocionante sólo de batería- y el mismo monopatín que Ignacio usó como escudo para defender a aquella mujer contra los terroristas.
Skate Hero es un musical que, bajo la dirección de Javier Segura y la producción de Milicia de Santa María, ha recorrido España durante varios años y que este pasado sábado celebró su clausura en el auditorio Joaquín Rodrigo de Las Rozas, localidad de Ignacio Echeverría. El acto de presentación dio lugar a una breve intervención del alcalde de Las Rozas, José de la Uz, y del consejero de presidencia de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel García. A su vez, hubo representantes eclesiásticos, de la Embajada británica, de diversas asociaciones de víctimas del terrorismo, entre otros. A continuación, se inició el documental El silencio del héroe, recordando la vida y los últimos momentos de Miguel Ángel Blanco, así como la emocionante reacción que recorrió las calles de España al conocerse la noticia de su asesinato. Las imágenes dieron paso a la recreación con música y danza de la vida y muerte de Miguel Ángel. Tras ello, intervino con unas emocionantes palabras la hermana de Miguel Ángel y presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, subrayando el fruto que tuvo su muerte en términos de paz para España y fin del terrorismo etarra.
Posteriormente, se dio inicio al musical sobre Ignacio, en el que se narran las últimas 24 horas de su vida, haciendo referencia a su pasión por el monopatín, su trabajo en la persecución del blanqueo de capitales, su amistad y su fe, concluyendo con el momento en el que los terroristas islámicos le asesinan mientras estaba defendiendo a una joven que estaba siendo apuñalada repetidamente y a la que logró salvar al precio de su vida. Especialmente emotivos fueron temas musicales como «Eres uno de los nuestros» -en la que el cantante abrazaba el monopatín de Ignacio al morir- o «La última palabra la tiene el amor». Al final del acto subieron los padres de Ignacio, Joaquín y Ana, que tras unas palabras emocionadas, se fundieron en un abrazo con la hermana de Miguel Ángel Blanco bajo el fondo de un mural con la imagen de Ignacio y a los pies el monopatín que llevó en el momento de su muerte.
La lucha contra la lacra de los terrorismos encuentra en homenajes como este una de sus batallas sociales más efectivas. El terrorismo se vence del modo más potente desde la propia sociedad cuando esta deja de mirar para otro lado y es capaz de ver a los terroristas como asesinos cobardes y despreciables, y a aquellos que nos muestran el camino de su derrota, como héroes inolvidables, como es el caso de Miguel Ángel y de Ignacio. Dos grandes héroes a los que debemos agradecimiento, admiración y recuerdo.