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Fotografía de archivo de Ana Blandiana durante una entrevista con la agencia EFE en Bogotá, ColombiaEFE / Leonardo Muñoz

La radiografía completa de Ana Blandiana, Premio Princesa de Asturias de las Letras

Su compromiso político es digno de encomio y su pluma es, sin duda, una de las más prestigiosas del panorama europeo literario actual

La «firma» onomástica que plasma en sus obras no es su nombre real, tan solo responde al ingenioso pseudónimo nacido de su verdadero nombre, Otilia Valeria Coman, que tenía prohibido utilizar. Su historia comienza en uno de los pueblos más importantes de Rumania, Timișoara, que se encuentra al oeste del país.

Como en otros países de Europa, Rumanía corrió la «suerte» de caer en manos de la dictadura y la autocracia. Decantada por el bando soviético, el país fue dirigido con mano y látigo de hierro por Nicolae Ceaușescu. El autodenominado Conducător (conductor) fue un tirano comunista en todos los sentidos de su término y basó su «reinado» gracias a las persecuciones, arrestos y ejecuciones, que estaban al orden del día en todas las calles del país.

La «lucha» contra el Régimen

La vida de la autora rumana no fue una vida sencilla, ya que creció en una época donde ser un ciudadano rumano, ser «contrario» al Régimen o, simplemente, ser escritor, era un sinónimo de persecución, peligro y muerte a manos de Nicolae Ceaușescu. Al igual que muchos compatriotas coetáneos, Ana Blandiana, u Otilia, vivió esos horrores del régimen en sus propias carnes y en las de su familia.

Su padre, sacerdote y profesor, fue perseguido y encarcelado por «tan solo» defender la democracia y los derechos humanos. De hecho, su pseudónimo nace de la prohibición de usar el nombre de su padre.

Tras heredar esa ansia paternal por luchar contra las injusticias pese a las consecuencias, y tras la publicación de su primer poema, a ella no le permitieron estudiar en las universidades del país. Alegaron, oficialmente, su condición de hija de «un enemigo del pueblo».

El régimen de la estrella roja permaneció en pie hasta 1989 y, pese a los duros años bajo la dictadura comunista, fue también en su ciudad natal donde comenzó la lucha social y el principio del fin. La que fue la primera de Europa en iluminarse con farolas eléctricas, se erigió para «iluminar» el germen de la revolución rumana tras el inicio de unas fuertes protestas, violentamente reprimidas, pero logró ser declarada la primera ciudad libre de comunismo del país.

Pese a ello, nada le impidió publicar y, en 1964, ve la luz su primer libro de poemas bajo el título de Primera persona del plural. Sin embargo, alcanzaría su éxito con El talón vulnerable, publicado dos años después, en 1966 y El tercer sacramento, publicado en 1969.

Radiografía de una escritora-luchadora

Su trayectoria literaria viene muy marcada por esa «lucha» contra las atrocidades cometidas y por su fuerte sentimiento de protesta, reflejado siempre a través de los poemas que escribió en la década de los 80. La revolución cambió su vida y viró hacia una política que abogaba por la destrucción del «gran» legado rojo y la creación de una sociedad libre.

Como recoge EFE, trabajó para las revistas Viata Studenteasca y Amfiteatru –donde publicó algunos poemas que se han convertido en iconos de la lucha contra la dictadura comunista– y como bibliotecaria en el Instituto de Bellas Artes de Bucarest.

Distinciones, cargos y legado literario

Entre otros cargos, desempeña las funciones de Presidenta de honor del PEN de Rumanía y es miembro de Academia Europea de Poesía, de la Academia de Poesía Mallarmé, de la Academia Mundial de Poesía (Unesco) y de la Unión de Escritores de Rumanía.

Hace más de treinta años que es miembro, y fundadora, de La Alianza Cívica, un movimiento de corte apolítico y entre cuyos propósitos está la lucha contra el legado del comunismos en su país.

Ese espíritu rumano, su lucha y su fuerte sentimiento social la han convertido en toda una referencia en la Europa de las letras. Acertada es la calificación que recibe como «exiliada dentro de su propio país».

Publicó, entre otras obras, ensayos, novelas y ediciones de relatos fantásticos. Destacan, sin embargo, 50 poemas (1970), Acontecimientos en mi jardín (1980), La hora de arena (1984) o Acontecimientos en mi calle (1988).

Como atestigua EFE, recibió las siguientes distinciones que certifican su calidad e importancia literaria. Tiene en su haber el Premio de Poesía de la Unión de Escritores de Rumanía (1969). Asimismo, ha recibido el Premio de Poesía de la Academia Rumana, el Premio Internacional Gottfried von Herder de la Universidad de Viena (1982), el Premio Nacional de Poesía (1997), el Premio Opera Omnia (2001), el Premio Internacional Vilenica (2002) y el Premio Poeta Europeo de Libertad en 2016, además de la Legión de Honor francesa.

Ahora, gracias a su «su singularidad y su escritura que se caracteriza por la transparencia y complejidad» recibirá el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2024, relevando al ganador anterior, el autor nipón, Haruki Murakami.

Entre sus obra, tres son las que podrían destacarse por encima del resto: Variaciones sobre un tema dado, Proyectos de pasado y Octubre, noviembre, diciembre.

'Variaciones sobre un tema dado'

No solo sufrió la persecución del régimen y, como si de una broma macabra de destino se tratase, vió como la vida le arrebataba a los que más quería: a su marido.

Tras su muerte, «nació» un extenso monólogo de corte dramático donde esa pérdida personal se transformó en una victoria del amor frente a la muerte, a la pérdida. A través de alusiones y referencias a Dante y la Biblia o a Eurídice y Orfeo, la autora rumana invierte los roles del género y testimonia a Eurídice lamentando la muerte de Orfeo.

'Proyectos de pasado'

El activismo del activismo y el culmen por excelencia de la lucha contra la dictadura. Se trata de un conjunto de relatos recogidos bajo el título de este volumen, que vió la luz por vez primera en 1982.

Aquí se produjo la elevación de la escritora rumana al Olimpo de la lucha contra el comunismo y la dictadura. Se relata la historia de unos asistentes a una boda que son deportados a una «isla desierta»

'Octubre, noviembre, diciembre'

Nacida en 1972, el amor vuelve a estar presente y sirve de guía a la sucesión de reflexiones metafísicas que transcurren a lo largo de la obra. Su «técnica» poética se basa en ese sentimiento trágico de la existencia del ser, mientras que los significados se van escondiendo a lo largo del poema y las palabras.