Así ha amanecido el día grande de Pamplona en pleno encierro desde el aire

Un sol deslumbrante, pese a que todavía no han dado las 8 de la mañana despierta a Pamplona, o acuesta a los más trasnochadores, en el día grande de sus fiestas de San Fermín. Es el final de la famosa canción del «1 de enero, 2 de febrero… 7 de julio, San Fermín».

Sin embargo, desde el aire, la capital navarra parece que vive una jornada más del resto del año. La Ciudadela, la Vuelta del Castillo… se ven verdes, luminosas, preciosas y sin nadie durmiendo en sus jardines, pese a que la pasada noche habrá sido una de las más concurridas del año en Pamplona, ya que se unía el comienzo de los Sanfermines con un sábado. Las vallas que protegen la zona de lanzamiento de los fuegos artificiales que cada noche iluminan la ciudad y un riego matinal de los parques, hace que, a pesar de que todavía faltan unos minutos para las 8 de la mañana, en los parques no haya nadie durmiendo.

Gracias a la Policía Nacional, El Debate ha podido sobrevolar la capital navarra y mostrarles cómo se despierta en el día grande de los Sanfermines. Y ofrece una ciudad maravillosa, casi tanto como sus fiestas, y aparentemente tranquila si no fuera porque en uno de sus rincones, en la Cuesta de Santo Domingo se pueden ver seis toros, con otros seis cabestros, que se lanzan a correr hasta la plaza de toros entre miles de corredores. Dicen las encuestas que los domingos de Sanfermines se puede sobrepasar la cifra de 2.000 personas participando en el encierro que, en el caso de este 7 de julio, correspondía a los astados de la ganadería de 'La Palmosilla'.

Y, aunque en la lejanía y deslumbrado por un sol matinal peleón, también desde el helicóptero se ha podido ver esos dos morlacos que han preferido exhibirse dando vueltas al ruedo del coso pamplonés.