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Envidia (1907) de Edvard Munch

Envidia (1907) de Edvard Munch

¿Cómo es la escritura de una persona envidiosa?

Según la RAE, la envidia es «Tristeza o pesar del bien ajeno» y también «Emulación, deseo de algo que no se posee»

¿Se delata una persona envidiosa con su forma de escribir? La grafología no es una ciencia exacta, pero sí un indicador de características que definen rasgos de la personalidad en la caligrafía de las personas. Las mayúsculas o minúsculas, la inclinación de las letras o las frases y los espacios son pistas que descubren peculiaridades, cualidades, defectos y hasta patologías de quien escribe.

La envidia o el envidioso, por supuesto, también aparece en la diana de la grafología. Según la RAE, la envidia es «Tristeza o pesar del bien ajeno» y también «Emulación, deseo de algo que no se posee». La letra de los envidiosos suele ser de forma redonda y ancha y aparecen muy pegadas unas a otras, aunque también pueden ser estrechas sin dejar a un lado la apretura, según los expertos. Otra marca es que, si existen renglones, las palabras no los tocan y quedan por encima, excepto la «s», que suele caer por debajo a modo de adorno.

El desorden es otro signo del supuesto envidioso (que bien puede no serlo a pesar de las coincidencias). También si las mayúsculas son muy grandes en comparación a las minúsculas o si las líneas se trazan en diagonal, hábito inconsciente el de la escritura que describe a través de lo instintivo ciertas claves de la personalidad.

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