¿Qué particularidad de la firma indica que una persona es soberbia?

La grafología, según la RAE, es el «estudio de las particularidades de la letra de una persona, con el fin de identificarla o tratar de averiguar sus características psicológicas». Algunos la llaman ciencia y otros pseudociencia, pero lo cierto es que se utiliza en muchos casos, desde la selección de personal para un puesto de trabajo hasta en la criminología.

Es mucho más que la lectura de las huellas de una mano porque estudia un modo de proceder, de escribir, que retrata aptitudes, actitudes y no solo particularidades del carácter, sino incluso también particularidades físicas. El tamaño de la escritura, su forma, si las letras están separadas o no, la inclinación de las mismas o la presión ejercida al trazarlas son algunos de los parámetros (que no se valoran separadamente) que sirven para el análisis.

La letra central

Entre las innumerables respuestas posibles, se ha elegido la de la soberbia, la «altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros»; la «satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás»; el «exceso en la magnificencia, suntuosidad o pompa, especialmente de un edificio»; la «cólera e ira expresadas con acciones descompuestas o palabras altivas e injuriosas», según la RAE, el sinónimo de «altanería», «vanidad» o «jactancia», entre otros.

La grafología puede descubrir el rasgo de una persona soberbia. Dicen los expertos que esa marca singular se puede encontrar en las rúbricas que contienen una letra central elevada sobre las demás. Todo dentro de un contexto que el experto grafólogo debe examinar para extraer conclusiones fiables. Otro signo característico que puede señalar la existencia de un individuo soberbio es la claridad de la firma: si se entiende el nombre con todas sus letras. También si la letra es grande, todo ello tomado como un indicio y no como una afirmación que requeriría una averiguación más detallada.

Signos diferentes

Las firmas que se salen de la ortodoxia, bien con letras o signos diferentes o desproporcionados son indicadores de una posibilidad de altanería. Posibilidad que unida a las demás (existen aún más rasgos para concretar) pueden conformar un perfil de soberbia o, para ser más precisos, la posibilidad, valga la redundancia, de su existencia.