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06 de septiembre de 2024

Andrés Amorós
Andrés Amorós

Corta un rabo el espectacular Andy Cartagena

'Santander la Marinera' despide con gran cariño a Pablo Hermoso de Mendoza

Actualizada 23:47

El rejoneador Andy Cartagena

El rejoneador Andy CartagenaEFE

En su temporada de despedida, le toca ahora a Pablo Hermoso de Mendoza recibir el homenaje y el cariño de Santander. En esta Plaza obtuvo grandes éxitos y contribuyó decisivamente a que el festejo de rejones fuera habitual, en la Feria. Esta tarde, la espectacularidad de Andy Cartagena logra un triunfo arrollador, con tres orejas y rabo. Un solo trofeo premia a Pablo y a su hijo Guillermo. Los toros de Benítez Cubero y Pallarés tienen movilidad pero no son muy fáciles.

Vuelve a Santander Andy Cartagena, después de cinco años. En el segundo toro, que pega arreones, asombran al público las largas crines, sueltas, de Cartago, y emocionan las piruetas en la cara del toro de Baena. La vibrante faena culmina con alardes ecuestres: camina Luminoso levantado de manos; se sube al estribo Pintas. Mata a la segunda y el premio queda en una oreja.

Se parte el quinto la mano derecha. El sobrero, de Pallarés, flaquea, al comienzo. Andy desencadena el entusiasmo del público al clavar a dos manos, sin cabezada (la suerte que creó Gregorio Moreno Pidal y que ha recuperado Diego Ventura). La espectacular faena y los alardes han conseguido poner al público de pie. Un rejón de efecto fulminante provoca la concesión de las orejas y el rabo, como premio a su gran conexión con los tendidos, toda la tarde.

Acompaña a su padre, como ahora es habitual, Guillermo Hermoso de Mendoza, que triunfó aquí la temporada pasada. En el tercero, pronto, con movilidad, se luce en cuatro quiebros espectaculares, con Ecuador, y en el par a dos manos, con Esencial, pero falla con el rejón de muerte.

Espoleado por el triunfo de Cartagena, sale a por todas en el último: clava de salida; se luce en las hermosinas, los recortes por los adentros y el par a dos manos. Al final, el ansia de triunfo le hace precipitarse y se queda en una oreja.

He dejado para lo último a Pablo Hermoso, en su despedida de este público. El primero es un bonito berrendo en colorao (con grandes manchas blancas, repartidas por todo el cuerpo) pero tiene escaso celo, transmite poco. Pablo lo fija con «muletazos», acierta en los quiebros en corto: una faena pulcra, medida, pero el rejón de muerte queda trasero y el toro tarda en caer. Por eso, suenan algunos pitos, la petición es insuficiente y ni siquiera le hacen saludar: así es el público actual…

Pablo Hermoso de Mendoza durante la corrida de rejones

Pablo Hermoso de Mendoza durante la corrida de rejonesEFE

En el cuarto, el clima sentimental sube cuando la Banda interpreta Santander la marinera, un himno popular, coreado por las Peñas: «Paseando por tus calles – me encontré un son de habanera, –quizás lo perdió un soldado– que de Cuba regresó». Pablo vuelve a mostrar su gran maestría en una faena fácil, templada, que esta vez conecta más con la gente. El rejón trasero es eficaz: oreja.

Al público le ha encantado la espectacularidad de Andy Cartagena y despide con gran cariño a Pablo Hermoso. En su honor, altero un poco el estribillo de la canción: «Santander la marinera – es la que más quiero yo, - la que tiene azul el alma – al viento en su corazón – y despide a Pablo Hermoso – con una gran emoción».

POSTDATA. Desde Santander, he acudido varias veces a la Casona de Tudanca, en la montaña cántabra. Allí, en la Casa Museo de José María de Cossío, se conserva el archivo y la biblioteca que reunió, a lo largo de su vida. Cossío se dedicó a disfrutar de sus grandes pasiones: la poesía, el fútbol y los toros. Alojó allí a los poetas de la generación del 27, sus amigos. Con Rafael Alberti, acudió a un partido de fútbol muy accidentado, que inspiró a Rafael su «Oda a Platko», el portero húngaro, el primer gran poema español de tema futbolístico. En la Casona de Tudanca he visto el kilométrico que se hizo Cossío para acudir a las corridas de Joselito, como si formara parte de su cuadrilla. En ella se conserva nada menos que el manuscrito del Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de García Lorca: junto a las Coplas de Jorge Manrique, la más importante elegía de la literatura española.

Por sugerencia de Ortega y Gasset, dirigió Cossío la monumental enciclopedia Los Toros: según el filósofo, ninguna otra parcela de la cultura española cuenta con una obra semejante. Para los aficionados a los toros y para cualquier español culto, la Casona de Tudanca es un verdadero santuario.

Fichas

  • Santander. Feria de Santiago. Domingo 21 de julio. Festejo de rejones. Casi lleno. Toros de Benítez Cubero y 5º, de Pallarés, con movilidad y ciertas complicaciones.
  • Pablo Hermoso de Mendoza, con casaca nazareno y oro, rejón trasero (petición y silencio). En el cuarto, rejón defectuoso pero eficaz (oreja).
  • Andy Cartagena, pinchazo y rejón (oreja y petición de la segunda). En el quinto, rejón (dos orejas y rabo y salida a hombros).
  • Guillermo Hermoso de Mendoza, dos pinchazos, rejón y descabello (saludos). En el sexto, rejón y descabello (oreja).
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