Cien años de Joseph Conrad, el autor polaco que decidió escribir en inglés antes de aprenderlo
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Autores como Nabokov o Beckett eligieron el inglés y el francés, respectivamente, para escribir la mayor parte de sus obras, a pesar de que el primero era ruso y el segundo irlandés. Pero en la literatura ningún caso puede compararse con el del polaco Joseph Conrad. Su padre, que era traductor, le enseñó a apreciar desde muy pequeño la literatura polaca. Apollo Korzeniowski (el nombre real de Conrad era Jozef Konrad Nalecz Korzeniowski) le enseñó francés a su hijo en casa. Una formación que continuó durante su juventud, incluso después de la muerte de su padre, que dio como resultado un bilingüismo de polaco y francés común entre los nobles e intelectuales polacos y rusos.
Dificultades con el inglés
Cuando murió su padre, Conrad quedó con solo once años al cuidado de su tío, Taddeusz Bobrowski, y se convirtió en un joven taciturno que empezó a leer sin descanso a los grandes clásicos ingleses en traducciones polacas. Debido a su mala salud se marchó de Polonia a los 17 años rumbo a Marsella en busca de un clima favorable y de un oficio. Se unió a la marina mercante con sede en la Costa Azul. Si su adaptación a las costumbres francesas había sido fácil, el forzoso traslado a Inglaterra (se prohibió el empleo en Francia de jóvenes extranjeros elegibles para el Ejército en sus países de origen) fue otro asunto. Por primera vez en su vida experimentó dificultades para hacerse entender.
Aprendió inglés en los periódicos y de los pocos marineros ingleses que había entre las tripulaciones. A partir de entonces, recién cumplidos los 20, su progreso fue rápido. Aprobó su examen de segundo oficial apenas dos años después de su primer contacto con el mundo anglosajón. El de primer oficial le costó varios intentos, igual que el de capitán de barco debido no solo a las limitaciones lingüísticas, sino también a sus limitaciones como navegante. Finalmente convertido en ciudadano británico, empezó a perfeccionar el idioma con un viejo volumen de Shakespeare del que nunca se separó.
'La locura de Almayer'
Debido a su introversión, su dominio del inglés se debió principalmente a su aplicación con la palabra escrita, un hecho que se demostró el día que hizo su primera y última lectura pública, por la que resultó evidente que nunca había escuchado muchas de las palabras que pronunciaba y que solo había aprendido a través de la lectura. Durante su carrera en el mar, realizó varios viajes a Malasia, India y el Congo Belga. Su vida como marinero fue dura ya que a menudo estaba enfermo. Fue en 1894, con 37 años, cuando comenzó a escribir su primera obra, La locura de Almayer, basada en sus aventuras en las islas malayas.
La correspondencia con su tío refleja su hartazgo de la vida marítima. Buscaba otra dedicación y su matrimonio con la inglesa Jessie George fue otro motivo que le impulsó a escribir. De cualquier modo, su salud no le habría permitido continuar mucho tiempo en el mar, ya que la malaria que contrajo en el Congo le paralizaba periódicamente. Pese a ello, Joseph Conrad escribió sin freno durante las siguientes tres décadas dieciocho novelas y veintinueve cuentos, además de adaptaciones teatrales y ensayos autobiográficos en inglés.
¿Por qué eligió Conrad el inglés, un idioma que no dominaba, para escribir? Algunos expertos en su obra, como Olivia Coolidge, sugirieron que puesto que la vida de la que escribió Conrad sucedió mientras hablaba en inglés, esa es la razón por la que escribió en dicho idioma. Distintos estudios confirman este hecho. Pero la explicación se complica por la evidencia de que la mayoría de sus interacciones personales mientras navegaba se realizaron en francés, no en inglés.
Pensaba en inglés sin dominarlo
Cabe destacar que mientras estuvo en el Congo Belga, llevó su diario personal en inglés en lugar de francés. Hugh Walpole enfadó a Conrad al decir de él que «pensaba en polaco, organizaba sus pensamientos en francés y los expresaba en inglés». El propio autor lo aclaró en una carta personal en 1918: «Empecé a pensar en inglés mucho antes de dominarlo, no diré el estilo (todavía no lo he hecho), sino el mero discurso pronunciado...» ¿Es imaginable que alguien en posesión de alguna inspiración contemple por un momento una cosa tan frenética como traducirla a otra lengua? En la misma carta, Conrad hablaba de haber pensado en inglés durante años antes de escribir La locura de Almayer.
En Crónica personal, Conrad explica definitivamente por qué escribió en inglés: «La verdad del asunto es que mi facultad para escribir en inglés es tan natural como cualquier otra aptitud con la que pueda haber nacido. Tengo la extraña y abrumadora sensación de que siempre ha sido una parte inherente de mí. El inglés no fue para mí una cuestión de elección ni de adopción. La mera idea de elección nunca entró en mi cabeza. Y en cuanto a la adopción, bueno, sí, hubo adopción; pero fui yo quien fue adoptado por el genio de la lengua, que apenas salí de la etapa de tartamudez me hizo suya... Todo lo que puedo afirmar después de todos esos años de práctica devota, con la angustia acumulada de sus dudas, imperfecciones y vacilaciones en mi corazón, es el derecho a ser creído cuando digo que si no hubiera escrito en inglés, no habría escrito en absoluto».