¿Cómo es la escritura de una persona rencorosa?
El rencoroso no olvida las ofensas y además las recuerda con exactitud. La ausencia de empatía y el orgullo son otras de sus particularidades
Existe un rasgo característico en la escritura de una persona que puede indicar, siempre con la prudencia relativa al análisis grafológico, que es rencorosa en su carácter. Precisamente una de las características personales de los rencorosos es la intransigencia y la dificultad que tienen para ceder.
Son personas que no olvidan las ofensas y además las recuerdan con exactitud. La ausencia de empatía y el orgullo son otras de las particularidades de una conducta que tiene un reflejo en la escritura. La grafología da pistas, mayormente, pero no define o certifica.
Muchos signos grafológicos coinciden con determinados perfiles, pero también se entrecruzan con otros, lo que puede dar lugar a diferentes interpretaciones que se alejan de los primeros, o que los complementan, cambiando totalmente la idea original según los indicios que muestra la forma de escribir.
La señal más notable del rencoroso puede advertirse en la presión que ejerce sobre el papel. Una presión que hay que observar en cantidad y no en unas pocas palabras. Tiene que ser un patrón. Una escritura que al pasar los dedos sobre el papel permite sentir la hendidura refleja las emociones intensas del amanuense, en contraste con el equilibrio que indican los trazos ni muy fuertes, ni muy flojos.
Los trazos fuertes indican que sus autores no olvidan, lo cual es una de las huellas, no la única, que dejan las personas rencorosas. Como curiosidad está la forma de dibujar la «P» mayúscula, y es que cuanto más largo y ancho es el semicírculo más se acerca la marca a la de una persona rencorosa, según los grafólogos.