Fundado en 1910
Menú
Cerrar

Aunque de rito bizantino, el monasterio del Monte Sinaí custodia algunos de los manuscritos coptos más valiososWikipedia

El idioma copto: la lengua de los faraones que mantienen viva los cristianos de Egipto

Perdida su función como lengua de comunicación, el copto sobrevive como idioma litúrgico de la Iglesia Ortodoxa Copta y gracias a la identidad cultural de los cristianos egipcios

Algunos datos históricos: En el 331 antes de Cristo, Alejandro Magno conquista Egipto. Tras su muerte, se instala en el país del Nilo la dinastía griega de los Ptolomeos y se inicia el proceso de helenización de Egipto.

En el año 30 antes de Cristo, Egipto pasa a ser una provincia Romana después de la muerte de Cleopatra, la última reina de Egipto.

En el siglo V después de Cristo, con la caída del Imperio Romano de occidente, Egipto impulsa su cristianización y, paulatinamente, el monofisismo se convierte en la corriente cristiana predominante en el país.

La Iglesia Ortodoxa monofisita de Alejandría, separada de las demás iglesias orientales dependientes de Constantinopla, se convierte en el referente político y social.

En el siglo VI el Egipto cristiano colapsa políticamente, primero bajo la presión de los sasánidas persas y luego bajo el pujante nuevo poder árabe-islámico.

En el año 641 Egipto es conquistada por el islam y comienza un paulatino e imparable proceso de arabización.

Tener estos datos históricos en mente es importante para comprender el milagro que significa que en el año 2024 se hable el idioma copto.

¿Qué es el copto? No es otra cosa que la lengua hablada en el antiguo Egipto, en tiempos de los faraones, lengua de la familia de los idiomas norafricanos a la que pertenece también el bereber que, debido a la expansión del árabe, ha quedado reducida a lengua litúrgica de la comunidad cristiana de Egipto.

Los cristianos egipcios, conocidos precisamente como coptos, mayoritariamente encuadrados en la Iglesia Ortodoxa Copta, bajo la presión de la fuerza cultural y social de la lengua árabe, han abandonado ya el copto como lengua para su día a día.

Los coptos egipcios tienen el árabe como lengua materna y su conocimiento se limita a nociones básicas como idioma litúrgico de la Iglesia Ortodoxa Copta.

¿Es pues una lengua muerta como puede ser el latín? Más bien es una lengua en desuso. Los coptos, aunque arabizados, siguen fuertemente vinculados por motivos identitarios y culturales con la lengua copta, algo que no sucede con el latín.

El caso es similar a la situación de la lengua hebrea antes de la creación del Estado de Israel. Hoy el hebreo es la lengua oficial del Israel y un idioma hablado como lengua materna por casi la totalidad de la población israelí.

En definitiva, los coptos egipcios, unos 16 millones en una población de más de 100 millones de habitantes (la minoría cristiana de Oriente Medio más numerosa en el país árabe más poblado), llevan con orgullo el ser depositarios de la tradición lingüística que se remonta a tiempos del Egipto de los farones.

Obviamente, la lengua ha evolucionado a lo largo de los siglos –los milenios– en un proceso similar al experimentado por el latín en su proceso de evolución hacia las lenguas románicas actuales. El copto de hoy cuenta con préstamos lingüísticos del griego, del árabe y del persa.

Su nombre, sin ir más lejos, procede de la arabización del topónimo Egipto. Los primeros invasores árabes del país usaban el término egipcio como sinónimo de cristiano, y su equivalente en árabe terminó evolucionando en el término copto, empleado para referirse a la comunidad cristiana de Egipto.

El alfabeto copto actual está basado en el alfabeto griego primitivo, al que se le añadieron siete letras procedentes del alfabeto egipcio demótico. El alfabeto egipcio original se abandonó con el proceso de helenización iniciado con la llegada de la dinastía ptolemaica.

Como curiosidad, el copto litúrgico fue esencial para poder descifrar el antiguo egipcio escrito en jeroglífico.

El egiptólogo francés Jean-François Champollion se sirvió del copto actual, y de la presencia de la versión griega del mismo texto, para traducir el copto en alfabeto demótico en le Piedra de Rosetta.

Una vez completada esa tarea, Champollion obtuvo las herramientas necesarias para traducir los jeroglíficos egipcios de la parte superior de la piedra y obtener una guía definitiva para traducir todos los jeroglíficos del Antiguo Egipto.