
La ensayista Alessia Putin Ghidini autora del libro 'El rearme occidental'
«La victoria de Trump es el fin del movimiento woke en Estados Unidos»
Abogada y analista Alessia Putin Ghidini regresa a las librerías con ‘El rearme occidental. Un nuevo impulso al orden liberal’, donde subraya la necesidad de que la UE dé un golpe de timón para adaptarse a los cambios inmediatos en el ámbito geopolítico y corregir errores cometidos durante demasiado tiempo en el pasado
La analista y experta en geopolítica Alessia Putin Ghidini tiene varias ideas claras. La primera es que la Unión Europea, de la mano de una Alemania que pretendía convertirse en exclusiva en la locomotora de Europa, ha cometido demasiados errores durante demasiado tiempo que han minado su presente y futuro en el ámbito económico, energético y defensivo.
Tiene más ideas claras: Estados Unidos primero y las demás democracias después, van a dar un golpe de timón en el ámbito cultural, con el fin de las políticas woke en la administración.
Con motivo de la publicación de su último libro, El rearme occidental. Un nuevo impulso al orden liberal, El Debate la entrevista para conocer su visión del gran terremoto geopolítico llegado desde Washington.
–¿Cómo ve los primeros compases de la nueva administración Trump?–Trump empezó a gobernar justo después de las elecciones, porque el acuerdo entre la administración Biden y la administración Trump relativo a la guerra de Ucrania fue incluso anterior a la semi coronación del 20 de enero.
También dijo Trump, y no se ha negado, que él tuvo mucho que ver en el acuerdo de intercambio de rehenes israelíes en Gaza por presos palestinos.
Trump es un maximalista: primero dice lo que quiere, luego negocia, y lo estamos viendo con Panamá, Groenlandia
Por lo tanto, creo que ha empezado a gobernar ya desde antes de tener los poderes de iure, y el 20 de enero lo corroboró de una manera muy fuerte, muy histriónica, como es él. Él es un maximalista: primero dice lo que quiere, luego negocia, y lo estamos viendo con Panamá, Groenlandia… Son todos mensajes dirigidos a China, en cuanto que mensajes geopolíticos, también a Rusia, pero en menor medida.

Alessia Putin
Por ejemplo, ya está encargando una importante flota de rompehielos, porque sabe que Estados Unidos se quedó atrasado en la conquista del Ártico. Lógicamente, Rusia tiene mucha más frontera con el Ártico que Estados Unidos, y Trump quiere recuperar el terreno perdido a través de su ‘operación Groenlandia’, que lleva en marcha bastante más tiempo de lo que creemos.
–¿Conquistará Estados Unidos Groenlandia?
–Groenlandia es una isla con unas 65.000 personas y Trump ya tiene representantes allí desde hace por lo menos un par de años. No creo que sea una conquista como nos imaginamos: ‘Ahora este territorio es mío y pongo la bandera’. Va a ser más bien una conquista de tipo comercial, basada en las transacciones, compras de terrenos… Aunque con Trump nunca se sabe.
–¿Qué puede esperar la Unión Europea de los nuevos Estados Unidos de Trump?
–La Unión Europea tiene que hacer una reflexión profunda porque determinadas políticas aplicadas durante demasiado tiempo, y dirigidas principalmente por Alemania, aunque no solo por Alemania, nos han abocado a situaciones complicadas, no quisiera decir de fracaso, desde el punto de vista económico, energético, incluso militar o de seguridad y defensa, por ese pacifismo y esa decisión de Alemania de depender energéticamente de Rusia.
Europa tiene que rectificar en políticas muy importantes. La energética es una de ellas, pero no solo
La política de Trump, fuera de todo el histrionismo al que nos tiene acostumbrados, nos tiene que hacer reflexionar. Europa tiene que rectificar en políticas muy importantes. La energética es una de ellas, pero no solo.
También tiene que rectificar desde el punto de vista industrial. Alemania nunca quiso que Europa tuviera una política industrial común. Quería más bien ser ella la locomotora europea, pero eso la ha perjudicado, primero, a ella misma y, después, a los demás países europeos.
Lo primero, creo que no hay que ponerse de espaldas a la administración Trump, creo que eso sería un error, tampoco hay que ser un vasallo de la administración Trump, pero Europa tiene que tomar nota de que las políticas de decrecimiento, victimismo contra el mérito y concienciación punitiva respecto a nuestro estilo de vida occidental, donde nosotros nos acusamos a nosotros mismos de ser una sociedad equivocada, se tiene que rectificar, porque eso mina la autoestima de la sociedad occidental.
La lucha contra el cambio climático, tal y como nosotros lo hemos entendido hasta ahora está llegando a su fin
La lucha contra el cambio climático, tal y como nosotros lo hemos entendido hasta ahora está llegando a su fin. Ahora tiene que dirigirse hacia optimización de recursos, hacia sistemas de economía circular…, digamos, en positivo, no en criticar al estilo de vida occidental criticando constantemente a quien viaja, a quien tiene una furgoneta diésel, a quien come carne, a quien se va de vacaciones hace todo mal.
Debemos intentar mejorar nuestros procesos, nuestra productividad, pero, fundamentalmente, debemos sentirnos orgullosos de quiénes somos. Decirle a un señor que no coja un avión, o que no coma carne en una barbacoa en su casa el fin de semana, o que no tenga una furgoneta diésel con la que ir a trabajar no es lucha contra el cambio climático, es enfadar a las clases trabajadoras que votan a Trump, a Meloni o a Vox.
–La guerra en Ucrania, Trump en la Casa Blanca, auge de China, extensión de gobiernos euroescépticos… ¿Puede hacer una predicción sobre el futuro inmediato de la Unión Europea?
–En estos primeros días, lo que está haciendo Trump es intentar contentar a sus votantes con todo lo que está diciendo. Respecto a la guerra de Ucrania ya inició conversaciones desde que ganó las elecciones en noviembre.
Al día siguiente de la toma de posesión, tanto Lavrov como Putin, de alguna manera, han felicitado a Trump por su nombramiento… Veremos movimientos y esa futura y deseable paz en Ucrania supondrá una negociación que implicará la renuncia de determinados territorios, como las zonas del Dombás, etcétera.
Algunos jóvenes de Occidente son los mejores aliados de los tiranos autócratas chinos y rusos
Quizás en la fantasía o en la perspectiva rusa esto es solo un pasito más, consiguió Crimea, ahora el Dombás, y quién sabe si en su imaginario tienen idea de seguir avanzando en esta reacción contra un Occidente que les rodea, que les amenaza…
Yo creo que es todo lo contrario, que son Rusia y China con bastantes países del sur global, o de los BRICS, los que realmente acorralan a Occidente desde dentro, minándolo por nuestro estilo de vida, haciendo que nuestras nuevas generaciones se sientan incómodas por su propia sociedad, acomplejadas, pensando que hemos sido esclavistas, machistas y xenófobos....
Algunos jóvenes de Occidente son los mejores aliados de los tiranos autócratas chinos, rusos, etcétera. Creo que sí va a haber de alguna manera alguna novedad respecto a la guerra en Ucrania, aunque no tan rápida como nos dijo Trump.
–El mensaje de Trump ha sido antiotanista: ¿se enfrenta la Alianza Atlántica a un cambio inmediato?
–Trump dio más mensaje anti OTAN en 2016, igual que dio en 2016 más mensaje anti Unión Europea. Directamente, tras su toma de posesión ni nombró a la Unión Europea, la ignoró.
Estados Unidos no confía ya en España como un aliado dentro de la Alianza Atlántica
Sí tiene aliados: Giorgia Meloni estaba invitada a su investidura, por ejemplo. Respecto a la OTAN, creo que va a seguir insistiendo, que no solo lo ha dicho Trump, si no, que lo han dicho otros muchos presidentes, y es que ‘nosotros no podemos seguir pagando el 52 % del presupuesto de la OTAN. Los países europeos, sobre todo ahora que tienen una guerra en su territorio se tienen que implicar más’.
No creo que Trump se vaya a retirar de la OTAN, pero va a exigir más compromiso y va a delinear mejor a sus aliados. Entre otras cosas, no puede confiar en España, que se ha mostrado un aliado bastante inseguro. Yo creo que Estados Unidos no confía ya en España como un aliado dentro de la Alianza Atlántica, de hecho, se está moviendo más hacia Marruecos con un eje Washington-Rabat-Tel Aviv.
Por desgracia, presidentes como Zapatero o Pedro Sánchez han estropeado las relaciones con Estados Unidos que en otro momento han sido más sólidas. Trump va a realinear en sus aliados y confía más en unos que en otros, y no parece que confíe mucho en España.
–¿Es la victoria de Trump el fin del globalismo woke?
–Es el fin del movimiento woke más bien en Estados Unidos. No creo que estos movimientos acaben de un día para otro, la influencia está ahí, es clara. Ni siquiera creo que el movimiento woke sea algo muy reciente, aunque ahora se haya puesto de moda esa palabra, o la palabra cancelación.
Se han acabado las políticas woke de la administración estadounidense y probablemente en más países
El movimiento woke lleva existiendo desde hace décadas, lo hemos llamado de otra manera: lo políticamente correcto, el marxismo cultural, etcétera. Ahora lo llamamos movimiento woke.
Lo que sí han acabado ahora son las políticas woke de la administración estadounidense, y probablemente en un futuro no muy lejano, en más países, también europeos, por supuesto, se van rectificar todas aquellas políticas que estaban guiadas por las siglas DEI (Diversity, Equity, Inclusion), que es el woke llevado a la empresa y a las políticas públicas. Eso está acabado. Luego, las mentalidades woke están en las personas y quien las tiene probablemente las seguirán teniendo.
–¿Veremos la ola Trump llegar a Europa tanto desde el punto de vista político como cultural?
–Meloni va a ser su gran aliada dentro de la Unión Europea. Además, Meloni, cuando fue elegida presidente del Consejo de Ministros, puso a su vicepresidente, el europeísta convencido Antonio Tajani, como ministro de Asuntos Exteriores. Por lo tanto, Meloni ya no puede caer dentro de esa definición de euroescéptica.
Meloni va a ser el canal de comunicación entre Estados Unidos y la Unión Europea
Por otro lado, ya no hay ningún país que tras el Brexit haya dicho que quiere salir de la Unión Europea, lo cual es un elemento para tener muy en cuenta. Tampoco los movimientos euroescépticos se manifiestan ya en contra de la Unión Europea.
Resulta muy infantil y muy naif cuando oímos a personas decir que hay que cerrar la Unión Europea, o que hay que cerrar la ONU. Y cuando las cerremos, ¿al día siguiente qué hacemos? Tendremos que reformar estas organizaciones supranacionales.
Desde el punto de vista cultural las ideas woke han caído por su propio peso
Meloni va a ser la representante de estos cambios de una manera mucho más europea, es decir, refinada, más suave, no como Trump. De una manera más sofisticada, Meloni va a ser el canal de comunicación entre Estados Unidos y la Unión Europea. Desde luego, no parece que Ursula von der Leyen vaya a ser el canal de comunicación.
Desde el punto de vista cultural las ideas woke han caído por su propio peso. Pongo un ejemplo, el caso Errejón aquí en España. Pero también hay ejemplos que tienen que ver con el cambio climático, o el feminismo radical, como la ley del sólo sí es sí, que en vez de proteger a la mujer acabó poniéndola más en peligro.
Por lo tanto, yo creo que, al final, el sentido común se impondrá –la realidad es tozuda–, y todas estas ideas que están disfrazadas de un falso buenismo, de una falsa solidaridad, al final se toparán, se chocarán con la realidad. De hecho, creo que ya se están diluyendo y que, sobre todo, ahora provocan mucha hilaridad.