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Love de Vega y Cervantes

Lope de Vega y CervantesGTRES

Cuando Lope de Vega se burló del manuscrito de El Quijote que Cervantes le confió

En un principio ambos escritores fueron amigos, hasta que Don Quijote destruyó el sentimiento de supremacía literaria y vital del autor de Fuenteovejuna

No es una historia tan extraña. Se puede decir que es una historia común. Lope de Vega, el Fénix de los Ingenios, era el ídolo literario y popular del Madrid del Siglo de Oro. Todo lo podía y todo lo acaparaba el genio, amigo de nobles y reyes. Al público de su vida y de su obra encantaba. Era admirado por los hombres y amado por las mujeres.

Era Lope. Su solo nombre de pila bastaba para identificarle en España y sobre todo en el Madrid antiguo sobre cuyos adoquines, hoy resistentes, resonaban los cascos de los caballos y el rodar del roble de las ruedas de las carrozas y carretas. Mientras esto sucedía y el autor inmortal de Fuenteveojuna disfrutaba de una vida de fama y éxito, otro hombre, otro escritor, carecía de todo lo mencionado al mismo tiempo que lo contemplaba en el otro.

Miguel de Cervantes tenía 15 años más que aquel prodigio al que todo el mundo adoraba, incluido él. Su perfil personal y artístico era diferente. Lope era extrovertido y Cervantes introvertido. Y todo lo demás era parejo e inversamente proporcional. Lope escribía mucho, muchísimo, y Cervantes poco, poquísimo. Lope era atractivo físicamente y Cervantes era manco. Lope era rico y Cervantes pasaba apuros económicos.

Fueron vecinos en el barrio que hoy se llama «de las letras» y que hoy, también, lleva sus nombres. Vecinos y amigos. Se trataron e incluso se elogiaron. Cervantes contribuyó al encomio masivo de Lope, y Lope se puede decir que condescendió al elogio medido de aquel escritor mayor, sin éxito o al menos incomparable al suyo, que no significaba ninguna competencia. No era par en el duelo literario ni de cualquier otra clase.

Cervantes era para Lope una existencia menor hasta que apareció Don Quijote para trastocarlo todo, antes de la historia de la literatura y de la humanidad, la historia de la cumbre literaria a principios del XVII. Cuentan que Cervantes le entregó el manuscrito a Lope y este, quién sabe si celoso o ignorante de su valor, se burló de la obra y de paso, y sin necesidad (lo que delata la más que indiciaria posibilidad de eliminar la ignorancia y apostar por los celos) del autor.

Nunca hubo mejores (o peores) mentideros madrileños como los de entonces, desde donde salió que Lope llamó mal poeta al hombre y mala obra a la novela maestra de la literatura universal. Parece que Lope descubrió de repente a un igual (o incluso a un superior) en quien siempre había sido un inferior. «Fueron los celos y no yo», cantó La Unión cuatro siglos después.

De los dimes y diretes, ambos pasaron directamente a la acción de los versos directos y a la enemistad. Del buen trato al ataque y de la condescendencia del uno al otro y de la admiración debida a la inversa, a las invectivas literarias en igualdad de condiciones. Cervantes encontró su sitio y Lope a un nuevo rival que se convirtió en una sombra real debido al éxito de El Quijote. El éxito que por sí solo ensombrecía toda la vida y obra del Fénix.

Cervantes se burló de las novelas de caballerías a través de una invención suya: la ironía de la novela moderna. Y con la burla a las novelas de caballería se burlaba también de todo lo contemporáneo, donde estaba Lope, de quien nadie ni siquiera hubiera imaginado poder reírse. La historia se embrolla con el asunto, todavía indemostrable, de que fue Lope el responsable (incluso se dice que el autor, teniendo en cuenta su inmensa capacidad de creación y el ofensivo prólogo con su firma a Cervantes) de la publicación del llamado Quijote de Avellaneda, cuyo título completo fue Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha.

Según los expertos, Cervantes siempre supo quién era el verdadero autor de aquella obra escrita y publicada solo con el objetivo de perjudicarle, a sabiendas de que se encontraba inmerso en la verdadera segunda parte de las aventuras de Alonso Quijano. El Quijote de Avellaneda apareció un año antes que la continuación de Cervantes (quien solo sobrevivió al fin de su obra un año), donde aparecen las supuestas referencias que indican el conocimiento preciso del enemigo a quien, fuera quien fuese, Miguel de Cervantes venció para siempre.