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El torero Juan Ortega torea en México

El torero Juan Ortega torea en MéxicoGTRES

El gobierno mexicano busca darle una estocada a la tauromaquia con corridas sin sangre

El mundo del toro en México ha alzado la voz ante el intento del gobierno de la capital mexicana de apartarlos de la futura regulación de la tauromaquia

El Gobierno de la Ciudad de México, controlado por el izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), al que también pertenece la presidenta del país, Claudia Sheinbaum, no quiere toros en la capital mexicana.

Sin embargo, eliminar de un plumazo una tradición tan arraigada en México, donde la fiesta es una seña profunda de identidad cultural y nacional, resulta poco menos que una tarea imposible.

Por eso, la jefa de gobierno de Ciudad de México, Clara Brugada, ha buscado una fórmula alternativa que, en el fondo, implica cargarse igualmente la tauromaquia. Esa fórmula consiste en las corridas sin sangre ni muerte.

La medida, que implicaría convertir la tauromaquia en un mero espectáculo circense, ya ha generado el rechazo generalizado del sector taurino de México, y también de otros sectores del país.

Los principales representantes de los toreros, ganaderos y empresarios de la tauromaquia en México manifestaron su desconcierto y rechazo ante la propuesta de modificación del reglamento taurino en la Ciudad de México, la cual contempla la celebración de corridas sin sangre, sin haber sido previamente consultados.

Durante una rueda de prensa, exigieron ser incluidos en el proceso antes de que la iniciativa siga adelante en la capital mexicana, donde impactaría directamente a la Plaza México, la plaza de toros más grande del mundo.

Manuel Sescosse, presidente de Tauromaquia Mexicana, denunció que el sector no fue convocado para discutir la eliminación de la muerte y los castigos en las corridas, a pesar de que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, aseguró que la propuesta era fruto de un consenso entre todas las partes involucradas.

En la misma línea, el abogado Salvador Arias, experto en normatividad taurina, cuestionó la falta de inclusión de los principales afectados en la discusión de la medida.

La propuesta presentada por Brugada incluye siete nuevas disposiciones, entre ellas la prohibición de cualquier tipo de violencia en las corridas y la eliminación de la muerte del toro dentro o fuera del ruedo. Ante ello, Sescosse advirtió que en ningún otro país existen normas similares.

Por su parte, Arias recordó que esta idea ya fue aplicada en las Islas Baleares, España, donde el desinterés del público llevó a que la medida fuera revocada tras dos años, cuando un tribunal sentenció que ese tipo de espectáculo no se correspondía con la esencia artística que fundamenta la tauromaquia.

En tanto, el empresario Mariano Del Olmo subrayó que la iniciativa gubernamental no puede considerarse una verdadera «corrida de toros», por lo que reiteró su llamado al diálogo con las autoridades.

En declaraciones a la agencia Efe, Arias advirtió que, en caso de aprobarse las modificaciones al reglamento taurino, también se requerirían ajustes en la Ley de Protección Animal y en la Ley de Espectáculos Públicos. Asimismo, lamentó la falta de un plan de transición o alternativas para los afectados, lo que, a su juicio, abre la puerta a futuras impugnaciones legales.

Los líderes del sector recordaron, además, la relevancia de la tauromaquia en México, donde se celebran corridas en 1.100 localidades a lo largo del país y congregan a seis millones de espectadores cada año. También destacaron que 600.000 hectáreas de ecosistemas diversos dependen directamente de la ganadería brava.

Finalmente, advirtieron que este modelo de regulación ya ha demostrado su impacto negativo en otras ciudades, citando el caso de Quito, Ecuador, donde medidas similares llevaron al fin de la tauromaquia en la capital.