
El diestro Morante de la Puebla en una imagen de archivo de hace unos días en Castellón
Morante de la Puebla regresa a Madrid y recuerda por qué sigue siendo «máxima figura del toreo»
El torero sevillano firmó una gran corrida en la plaza de Moralzarzal donde tomó la alternativa Javier Blanco
Morante de la Puebla no ha decepcionado en su regreso a la Comunidad de Madrid tras una larga ausencia suscitada por sus periódicos problemas de salud.
El considerado «máxima figura del toreo», título que se disputa con Andrés Roca Rey, pisó la arena de Moralzarzal el sábado en sustitución de José María Manzanares, aún convaleciente y, por lo tanto, alejado de los ruedos tras su cogida en Valencia.
El torero sevillano ejerció así de padrino de Javier Blanco, quien tomó la alternativa en el coso de Moralzarzal que, además, celebraba su 20º aniversario.
Expectación, entusiasmo y exultación. Suena el himno de España: paseíllo, saludo montera en mano y silencio inicial de una plaza casi llena.Así fue la reaparición de Morante en los ruedos madrileños, vestido de celeste y oro en la gran tarde de Javier Blanco en la que se graduó ante un Rabioso, toro de Domingo Hernández, que le dio guerra por el pitón izquierdo pero que, tras una sucesión final de magistrales manoletinas, dio buena cuenta de él.
Hacía su aparición Morante a continuación para torear el segundo de la tarde. Llegaba el maestro sevillano sereno, tras una gran corrida en Almendralejo: verónicas, muleta y plaza en pie. Una faena de matrícula si no fuera por el mal sabor de boca que dejó al entrar a matar, pese a lo cual su buen hacer le valió una oreja.
Pero no acabó ahí la tarde. Tras Morante salió Alejandro Talavante, quien firmó una faena sin tacha y, pese a lo demasiado baja de la estocada que obligó al descabello en su primer toro, se llevó la oreja.
Con su segundo toro, el quinto de la tarde, se llevó Alejandro Talavante un susto, pese a lo cual, levantó a la plaza con su faena y, aunque la espada entró sin tacha, fue preció también el descabello. Dos orejas, vuelta al ruedo y fin a una corrida en la que los tres toreros, Javier Blanco, Morante de la Puebla y Alejandro Talavante, salieron a hombros.