Siete avisos y pocas palmas en la corrida del Domingo de Ramos en Las Ventas
El resumen estadístico es muy claro: siete avisos y más de dos horas y media de festejo. Mal, las dos cosas

Alejandro Mora, con el toro de su confirmación de Valdellán
Sentencia nuestro refranero: «El Domingo de Ramos, el que no estrena, no tiene manos». Según el himno litúrgico, reciben a Jesús, en su entrada en Jerusalén, «los hijos de los hebreos, portando ramos de olivo». En Elche, celebra la Fiesta una marea blanca de palmas.
Pocas palmas, en cambio, se escuchan en la corrida del Domingo de Ramos en Las Ventas. Se lidian toros de Valdellán, la única ganadería de tierras leonesas, de encaste Santa Coloma - Graciliano, que ha obtenido aquí notables triunfos. Esta vez, la presentación es mejor que el juego que dan (incluido un sobrero de Los Maños). Ninguno de los tres diestros redondea faena y se muestran muy desacertados con los aceros.
El veterano Antonio Ferrera torea ahora más en Méjico que en España pero viene de obtener un gran triunfo en Castellón, indultando un toro de La Quinta. Aplaudo su deseo de realizar la lidia total. Recibe al segundo con lances barrocos, exagerados. El toro cumple en varas. Lo saca del caballo Ferrera como hará toda la tarde, con un llamativo capote azul de vueltas verdes (no puedo decir que me guste). Saluda Ángel Otero, con los palos. El toro es manejable: Antonio, mandón, le baja la mano por la derecha y lo mantiene a media altura, en los naturales. Muestra su gran oficio y torería; si no forzara la figura, sería mejor. Le tocan el primer aviso cuando está toreando; mata a la tercera y suena el segundo.

Antonio Ferrera, con un singular capote, lidia al segundo de la tarde
David de María logró triunfar el año pasado en La Maestranza y en Huelva, su tierra. Devuelven en banderillas el tercero; el sobrero, de Los Maños, ensabanado, serio, aplaudido de salida (como varios de los titulares) va alegre al caballo pero lo pican muy trasero y flaquea: es muy noble pero justo de fuerza. El diestro le saca algunos muletazos lentos pero sin emoción, con un toro apagado. Mata a la segunda.

David de Miranda, con el primero de su lote, un sobrero de Los Maños
El cuarto mansea en el caballo, lo pican mucho y mal. El trasteo, voluntarioso, es irregular, como las embestidas; con momentos lucidos y algunos apuros. Mata mal y el puntillero lo levanta dos veces: dos avisos.
Confirma la alternativa el extremeño Alejandro Mora, sobrino de Juan, tan querido en Madrid. El primero cumple en el caballo. En la ceremonia de la confirmación de alternativa, Ferrera quiere sacar al ruedo a Juan Mora, que está en el callejón, y éste hace bien en negarse. El toro es noble pero embiste con escaso celo. Traza Alejandro muletazos fáciles, de buen aire, por los dos lados. Todo lo estropea al matar, entrando de lejos y sin confiarse: suenan los tres avisos y el toro vuelve al corral.
El último sale suelto, cumple en varas pero se apaga. Logra el diestro algunos muletazos aceptables, componiendo la figura, pero también pasa momentos de apuro. Vuelve a mostrar su impericia con la espada.
El resumen estadístico es muy claro: siete avisos y más de dos horas y media de festejo. Mal, las dos cosas. No ha habido palmas triunfales, en este Domingo de Ramos: sin manejar bien la espada, no puede haberlas.
POSTDATA. Al ver confirmar la alternativa a Alejandro Mora, es obligado recordar lo que hizo en Las Ventas su tío, Juan Mora, el 2 de octubre de 2010: su inolvidable faena al toro Retaco, de Torrealta, de 615 kilos. Rozaba Juan los cincuenta años, hacía quince que había abierto la Puerta Grande de esa Plaza. Le bastaron quince muletazos relajados, en un solo terreno, acompañando con todo el cuerpo, para volver loca a la afición. Como llevaba la espada de verdad, no necesitó ir a la barrera para cogerla ni preparativo alguno: remató una serie de pases con una gran estocada. Nadie discutió el premio de las dos orejas.
De ese recuerdo saco dos lecciones claras: el torero debe llevar la espada de verdad y debe hacer faenas breves, medidas. Es decir: justo lo contrario de lo que vemos todas las tardes.
FICHA
- Madrid, Plaza de Toros de Las Ventas. Domingo de Ramos, 13 de abril de 2025. Media entrada. Toros de Valdellán, bien presentados, de juego aceptable; algunos, justos de fuerzas; el tercero, sobrero de Los Maños, noble pero apagado.
- ANTONIO FERRERA, de carmín y oro, en el segundo, dos pinchazos y estocada ( dos avisos, palmas). En el cuarto, estocada caída (silencio).
- DAVID DE MIRANDA, de grana y oro, en el tercero, pinchazo y estocada caída (silencio). En el quinto, media defectuosa y tres descabellos (dos avisos, silencio).
- ALEJANDRO MORA, de blanco y oro , que confirma la alternativa, en el primero, cuatro pinchazos, estocada corta perpendicular y tres descabellos (tres avisos, silencio). En el sexto, tres pinchazos (silencio).