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Museo Nacional de IrakWikipedia Commons

España se niega a devolver un tesoro reclamado por Irak

Se trata de 339 tablillas del período sumerio que la Real Academia de la Historia compró en Londres en 1999 por 13.000 libras

El responsable de la Autoridad General de Antigüedades y Patrimonio del Ministerio de Cultura iraquí, Laith Majid Hussein, reclama 339 piezas adquiridas «de forma ilegal» por la Real Academia de la Historia (RAH) en 1999. «Pedimos al Gobierno de Madrid que tenga la buena intención de devolvernos estas piezas. Nunca aceptaremos que se queden allí, aspiramos a recuperarlas todas», ha afirmado.

'Mujer y hombre orantes' procedentes del tesoro de Tell Asmar (Museo Nacional de Irak)Wikipedia Commons

Desde la RAH aseguran que la pequeña colección fue adquirida el 4 de junio de 1999 legalmente a un anticuario de Londres con la intención de evitar que las tablillas se vendieran por separado y con el objetivo de preservarla y estudiarla.

El ministerio de Exteriores iraquí lleva años insistiendo en la devolución, pero España se mantiene firme en la legitimidad de su compra y niega cualquier relación con el expolio de la guerra. 

La inminente devolución de la Tabla de Gilgamesh por parte de Estados Unidos, junto a otras devoluciones de piezas que ya se han producido (17.000 por parte de Estados Unidos y otras 5.000 del Reino Unido, principales países implicados en el saqueo del patrimonio iraquí), forman parte del «trabajo sin descanso» llevado a cabo por la Autoridad de Antigüedades del país en la recuperación de sus tesoros robados.

La invasión estadounidense de 2003 tuvo hondas repercusiones para el patrimonio iraquí, que ya llevaba décadas sufriendo un expolio sin freno debido a las guerras y a la falta de control por parte de las autoridades. 

Estados Unidos nunca tuvo un plan de protección de este patrimonio durante su estancia en suelo iraquí, lo que provocó que miles y miles de piezas acabaran de forma ilegal en colecciones de Estados Unidos, donde según UNESCO se concentra el 44 % del mercado mundial de arte.

La recuperación depende exclusivamente de la decisión de los países en los que se encuentren los objetos, cuya justicia es la encargada de resolver si fueron obtenidos de forma ilegal o no, según ha afirmado Lazare Eloundou-Assomo, responsable de la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales en UNESCO.