Biden cede ante López Obrador y continúa con la devolución de obras de arte a México

Una escultura de San Antonio de Padua, robada en 2002 de la parroquia de Santiago Apóstol, en el municipio de Jiutepec, en el estado de Morelos, fue entregada el miércoles por el Gobierno de Estados Unidos a México.

Se trata de una escultura policromada de 1,1 metros de alto, 50 centímetros de ancho y 60 centímetros de profundidad, cuyas características indican que pudo ser elaborada en el siglo XVII. Presenta cierto grado de deterioro como, por ejemplo, la pérdida de una falange del dedo anular de la mano derecha, y también la pérdida de un aura de metal que portaba sobre su coronilla. Por ello la pieza será sometida a restauración y después se devolverá a su lugar de origen.

Veinte años de búsqueda

Veinte años de búsqueda entre las secretarías de Relaciones Exteriores y de Cultura de México, la Fiscalía y el FBI estadounidense dieron al fin el fruto que suma un elemento más a la cruzada por recuperar el patrimonio histórico del presidente López Obrador. La Secretaria de Cultura mexicana, Alejandra Frausto, afirmó que la devolución es «una verdadera acción de diplomacia cultural».

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, reconoció como «fundamental para el futuro» el trabajo de la Secretaría de Cultura y destacó que es momento de celebrar el buen trabajo de todos, justo antes de entregar oficialmente la pieza de parte del presidente Biden, en una muestra más del cambio de paradigma en este tipo de devoluciones, quien parece plegado a las exigencias de su homólogo mexicano.