Un retrato de Van Dyck encontrado entre excrementos en una granja, subastado por 2,7 millones de euros
La obra del flamenco, adquirida en 2002 por sólo 500 euros y guardada en un granero entre excrementos, será puesta a la venta este jueves en una subasta organizada por Sotheby's
En una granja al norte del estado de Nueva York, se ha realizado un increíble hallazgo de una obra con el retrato de un anciano encorvado de larga barba. Se trataba de uno de los dos retratos basados en modelos vivos del pintor flamenco Anton van Dyck.
Se trata de un boceto temprano del maestro flamenco que probablemente fue pintado entre 1615 y 1618, cuando el pintor trabajaba al servicio de Rubens, en su taller de Amberes. Se cree que su trabajo sirvió como estudio para una posterior pintura, la de San Jerónimo, entre 1618 y 1620, que se encuentra actualmente en el Museo Boijmans de Rotterdam.
La pintura fue adquirida por 550 euros por un coleccionista en 2002 que estaba convencido de que era una pintura de la Edad de Oro en Holanda. La pieza, que fue catalogada como una obra de Van Dyck por la historiadora de arte Susan Barnes en 2019, saldrá a subasta este jueves por 2,7 millones de euros en Nueva York.
Dañada por excrementos de pájaros
La pintura fue dañada por excrementos de pájaros, fruto de su larga estancia en el granero. «Era una obra que no estaba destinada a ser expuesta», han declarado desde la casa de subastas, algo frecuente entre los artistas, que utilizaban estas pinturas para consultarlas más adelante.
«Ni siquiera era una obra terminada. Lo que realmente le interesaba era cómo se veía la carne de un anciano en vista de hacer la pintura de San Jerónimo», asegura la historiadora.
La conexión entre ambas obras es inconfundible; la musculatura está representada de manera uniforme y el brazo derecho está en la misma posición en ambas obras. Además, se puede contemplar en los dos cuadros que el sujeto dirige su mirada a su izquierda.
La obra fue realizada inicialmente en un rollo de lienzo que más tarde se colocaría en un panel. El aspecto más importante es su estado de conservación: «La pintura está sorprendentemente bien conservada y los delicados medios tonos en los brazos y las piernas están intactos», asegura Barnes.