Los colores de Van Gogh se mezclan con los de Bombay en su gran exposición inmersiva
Van Gogh 360º es el nombre de la muestra que llega a la gran ciudad de La India y sumerge al espectador en la mirada y el arte del pintor holandés
Van Gogh es tan famoso que sus pinturas únicas decoran ropa, complementos, regalos... Del postimpresionismo a casi el arte pop que llega ahora a Bombay, la ciudad del país de los colores que precisamente parecen la paleta del artista incomprendido y tan desgraciado que sus cuadros terminaron valiendo decenas y hasta cientos de millones después de muerto.
300 cuadros de los más de 2.000 que Vincent pintó a lo largo de su vida, la mayoría en realizados en sus dos últimos y frenéticos años antes del pistoletazo fatal y no del todo esclarecido. En Bombay uno puede salir de los colores de sus calles para introducirse en los colores propios, en la visión del genio, de París y de la campiña francesa y holandesa. Y no tratando de entrar en ellos a través de las ventanas de sus marcos, sino, apartados estos, como si los lienzos fueran un enorme cielo y unas enormes paredes y un enorme suelo.
El sueño de la realidad virtual
Van Gogh 360º no es nueva. Más de 20 años contemplan a las exposiciones inmersivas desde que comenzara su viaje por el mundo en Les Baux-de- Provence en 2001. Y no es necesario mirar las pinturas tratando de descubrir sus secretos, sino que los secretos buscan al espectador, que obtiene una visión inédita y real del cuadro que probablemente ha visto muchas veces, pero nunca de este modo: como si el mundo alrededor fuera el arte precioso de Van Gogh: el sueño de la realidad virtual del temperamento artístico.
Creadores audiovisuales y tecnología ultramoderna han diseñado esta exposición de 45 minutos de duración. Dos salas. La primera la de los primeros días del artista y sus comienzos en el arte y la aparición de sus fracasos y sus problemas mentales y la estrecha relación con Theo, su hermano y amigo. Y la segunda el verdadero mundo Van Gogh: los cuartos donde vivió, sus noches estrelladas, la mirada de sí mismo en una experiencia sensorial e íntima, un incomparable parque de atracciones para escapar un rato del mundo.