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Pintura de bisonte de la cueva de AltamiraMuseo de Altamira

La exposición del Museo del Hombre de París que muestra la universalidad del arte rupestre

Se trata de noventa obras maestras de la Prehistoria en todo el mundo que revelan las diferencias y las similitudes de los pueblos primigenios

El ser humano siempre tuvo el impulso de trascender más allá de su tiempo. Las huellas dejadas en las paredes de las cuevas que cobijaron a los primeros hombres es también la primera muestra de ello.

La nueva exposición en el Museo del Hombre de París quiere remarcar la importancia de estas pinturas que fueron el testigo de las primeras inquietudes del hombre. Un fenómeno que no se concentró en un solo lugar del globo, sino, que se repitió en todos los confines del mundo y en diferentes etapas de la humanidad. Un arte creado en el albor de los tiempos que une ahora al ser humano bajo un mismo techo primitivo.

La muestra reúne más de 90 piezas prehistóricas originales y cientos de imágenes digitales de pinturas y grabados. Esta exposición otorga la oportunidad de explorar tiempos inmemoriales a través de aquellas primeras expresiones artísticas.

Los petroglifos de Tamgaly en Kazajistán, las cuevas de Altamira y sus pinturas de bisontes, las representaciones sobre la caza en Zimbabue o la cueva de las manos en Argentina son algunos de los ejemplos de estos restos artísticos.

Gran diversidad y riqueza

Después de un siglo de investigaciones, los expertos han revelado que los dibujos hallados en todo el mundo presentaban similitudes a pesar de la distancia y del tiempo: estamos hablando de intervalos de miles de años. Hay una gran diversidad y una gran riqueza en aquel arte prehistórico, sin embargo, comparten unas mismas referencias: los Sapiens plasmaban todo lo que veían, animales, figuras geométricas, siluetas humanas…

Los investigadores se dieron cuenta de que las técnicas aplicadas en los yacimientos arqueológicos de todo el mundo eran diversas y numerosas. Y que, es la relación del Sapiens con su entorno donde se encuentra el patrón que los une: es la naturaleza la que proporciona al ser humano la iconografía y sus pensamientos.

Un enigma sin resolver

¿Cuál es el significado verdadero de estas pinturas? Esta es la gran pregunta que se hacen todos los investigadores, algo, sin duda alguna, muy difícil de responder porque se trata de civilizaciones que desaparecieron por completo.

Lo que sí se puede intuir es que el nacimiento de estas pinturas acompañó a un proceso de avance de aquellas primeras sociedades que dejaron estas huellas con un motivo que va más allá del puro instinto animal.