Otra representación del autor en su transición existencial y continental. Según parece, el cuadro lo pintó en Tahití, pero él aparece en París rodeado de una serie de elementos que anuncian, como el retrato de una mujer tahitiana a la derecha de la imagen, el presente y el pasado. La cabeza girada hacia Tahití y la expresión satisfecha con el sombrero que le oculta al pasado.