Una exposición muestra la historia de «amor» imposible, pero cierta, entre Picasso y Gertrude Stein
El pintor español y la escritora y coleccionista estadounidense llegaron a París al mismo tiempo, a principios del XX, como avanzadilla de lo que vendría después
Un retrato de Gertrude Stein pintado por un joven Picasso en los años 20 parisinos presidía el acogedor salón de la misma escritora y coleccionista estadounidense Gertrude Steine en su casa de la Rue de Fléurus, adonde acudía toda la bohemia de la época, como Hemingway (quien relata sus relaciones con Stein en su libro póstumo París era una Fiesta) o el mismo Picasso.
El autor de El Viejo y el Mar contó cómo siempre le trató con amabilidad y solía pasar por allí para hablar sobre la vida y la literatura y para pasar un rato caliente en los fríos inviernos. Ella le aconsejó que no se gastara el dinero en cosas superfluas como ropa y lo empleara en adquirir obras de arte de jóvenes artistas. Stein, homosexual que vivía con su compañera Alice B. Toklas, se cruzó con (y reunió a) todos aquellos artistas de los que hervía París.
El Museo de Luxemburgo abre este miércoles una de las últimas exposiciones que Francia dedica a Picasso por el 50º aniversario de su muerte: «La invención del lenguaje». Ambos, Stein y el pintor malagueño, llegaron a la ciudad, al mismo tiempo, a principios del XX, y ella fue una de sus primeras compradoras y coleccionistas. Contó Stein que fue Picasso, al olor del dinero para comprar cuadros, principalmente, del que disponía ella, quien le propuso pintar su famoso retrato, para el que posó «noventa veces», en 1906.
Una obra que muestra el cubismo subyacente que ya comenzaba a sentir el artista y que estallaría un año después con Las Señoritas de Avignon. La exposición muestra una grabación de la propia voz de Stein, además de algunos trabajos en cartón de Picasso y obras de Cézanne. La segunda parte de la exhibición trata sobre el impacto de la escritora en su propio país. La relación entre ambos tomó otro rumbo a partir de 1930, cuando la fama del español comenzó a agrandarse y aquel París único y efímero de la década de los veinte inició su leyenda.