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Cinco obras representativas en el universo pictórico del genio Ramón Casas

Perteneció al modernismo catalán, corriente principalmente arquitectónica desarrollada a través de artes plásticas y decorativas o el diseño. También fue un gran cartelista. El Debate ha hecho esta pequeña selección del gran artista, desde autorretratos a carteles de bebidas

Alejandro Vega

Actualizada 04:30

Autorretrato de Ramón Casas

Autorretrato de Ramón Casas, 1908

Esta obra está realizada en carboncillo con una mina en colores sepia y blanco y muestra perfectamente el estilo que tenía el pintor para llevar a cabo sus obras, como ese modernismo catalán que tanto lo caracteriza y destaca de entre todos los demás.

Obra Ramon Casas y Pere Romeu en un tándem de Ramón Casas, 1897

Obra Ramón Casas y Pere Romeu en un tándem de Ramón Casas, 1897

Esta obra es, probablemente, la más importante de la trayectoria artística de Ramón Casas y representa al pintor junto a Pere Romeu, otro artista, conduciendo una bicicleta. La pintura es un óleo sobre lienzo y estuvo expuesta en Els Quatre Gats, centro de reunión de modernistas catalanes y regentado por Pere Romeu.

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Cartel Champagne Codorníu, de Ramón Casas, 1898

El cartel fue el finalista de un concurso de carteles de Codorníu y en él aparece una mujer reclinada mientras sujeta una copa de lo que parece ser champán. El cartel pretende mostrar una tipografía que destaque sobre toda la obra, haciendo énfasis en la marca del producto, además de transmitir la esencia de esta.

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Obra Procesión del Corpus de la Iglesia de Santa María de Ramón Casas, 1896 - 1898

Esta pintura al óleo está expuesta actualmente en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona y representa el momento en el que una bomba explotó en medio de la procesión del Corpus Christi, matando a doce personas. Es una obra realizada en óleo sobre lienzo y es un claro ejemplo del modernismo catalán.

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Obra Julia de Ramón Casas, 1915

La protagonista de esta pintura es Julia Peraire Ricarte, amante del pintor cuya relación no era aprobada por la familia de Ramón Casas por ser 22 años menor que él. Desde que la pintó por primera vez en 1906, Julia Peraire Ricarte fue la musa de su obra. En esta pintura, aparece vestida de torera, peinada con flores en su cabeza y una peineta.

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