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Mark David Chapman cuando fue encarcelado, en 1980, y en su última imagen pública, en 2018

Mark David Chapman cuando fue encarcelado, en 1980, y en su última imagen pública, en 2018

42º aniversario de la muerte de John Lennon

¿Qué fue de Chapman, el asesino de John Lennon?

«Quería ser alguien», afirmó Chapman el pasado agosto, cuando le fue denegada la libertad condicional por duodécima vez. Lleva 42 años cumpliendo condena en una cárcel de Nueva York

El 8 de diciembre de 1980, a las 22:50 de la noche, John Lennon y su pareja, Yoko Ono, regresaban a su domicilio en el edificio Dakota de Nueva York. A la entrada del edificio les esperaba Mark David Chapman, un joven de Texas obsesionado con el cantante de los Beatles, que de hecho le había pedido un autógrafo unas horas antes, y le disparó seis balas con un revólver calibre 38 Special, de las cuales cuatro impactaron a Lennon en la espalda y el hombro izquierdo. El certificado de defunción describía la causa de la muerte: «Heridas múltiples en el hombro izquierdo y pecho; pulmón izquierdo y arteria subclavia izquierda; hemorragia externa e interna. Shock».

Tras desarrollar una depresión y comportamientos erráticos, algunos de tipo esquizoide como escuchar voces, Chapman había viajado a Manhattan con la idea de asesinar al ex Beatle, que estaba incluido en una serie de pensamientos obsesivos que incluían también el libro El guardián entre el centeno. Según sus propias palabras, en aquella época empezó a beber a menudo y a consumir drogas como cocaína.

En el día antes del asesinato, Chapman abordó al cantautor James Taylor, que diría después: «El hombre me puso contra la pared y estaba humedecido por un sudor maníaco, decía cosas raras sobre lo que iba a hacer y sus cosas sobre cómo John iba a estar interesado, y que iba a ponerse en contacto con Lennon».

En la mañana del 8 de diciembre de 1980, Champan partió desde el Hotel Sheraton, tras dejar cosas personales en su habitación para que la policía lo encontrara. Compró un ejemplar de The Catcher in the Rye (El guardián entre el centeno), en que él escribió «Esta es mi declaración», y lo firmó como «Holden Caulfield». Luego pasó la mayor parte del día en la entrada del edificio Dakota, donde saludó a otros fans y conoció a Sean Lennon, de 5 años, a quien dijo, citando la canción de Lennon, que era un «beautiful boy».

«Mi parte buena ganó»

Alrededor de las cinco de la tarde, Lennon y Ono dejaron el Dakota para una sesión de grabación en Record Plant Studios. Mientras caminaban hacia su limusina en la acera, Chapman le dio la mano a Lennon y le tendió una copia del nuevo disco de Lennon, Double Fantasy, para que la firmara. Sobre ese momento, el asesino dijo: «En ese momento, mi parte buena ganó y quería regresar a mi hotel, pero no podía. Esperé hasta que regresó. Él sabía dónde van los patos en invierno, y yo quería saberlo» (en una referencia a El guardián entre el centeno, dado que era una pregunta que recurrentemente se hacía el protagonista).

John Lennon y Yoko Ono en su apartamento de Nueva York, en 1971

John Lennon y Yoko Ono en su apartamento de Nueva York, en 1971

Tras los disparos, Chapman permaneció leyendo la novela hasta que llegó la policía y fue arrestado sin oponer resistencia. En su declaración a la policía, el texano dijo: «Estoy seguro que la mayor parte de mí es Holden Caufield. El resto de mí debe ser el Diablo».

Chapman fue condenado por el crimen en agosto de 1981. La sentencia estableció una pena de veinte años a cadena perpetua. Los veinte años se cumplieron en el año 2000, pese a lo que permanece en su celda del Correccional de Attica, en el estado de Nueva York, puesto que le ha sido denegada la libertad condicional en doce ocasiones.

«Quería ser famoso»

A lo largo de sus 42 años de prisión, Chapman ha expresado arrepentimiento y ha solicitado ser puesto en libertad en numerosas ocasiones; la última, el pasado agosto. Las transcripciones reveladas recientemente de la última audiencia de libertad condicional, donde admitió que albergaba «maldad en el corazón», muestran por qué los jueces han establecido que no presenta un caso convincente.

«No voy a culpar a nadie más por traerme aquí», dijo Chapman a la junta durante su audiencia en agosto. «Sabía lo que estaba haciendo, y sabía que era malo, sabía que estaba mal, pero quería tanto la fama, que estaba dispuesto a darlo todo y quitar una vida humana. Quería ser famoso».

Los seguidores de John Lennon dejan flores en The Cavern, el pub de Liverpool en el que empezó a tocar, cada 8 de diciembre

Los seguidores de John Lennon dejan flores en The Cavern, el pub de Liverpool en el que empezó a tocar, cada 8 de diciembreGtres Online

Al negar su libertad condicional, el juez citó el «desprecio egoísta por la vida humana de importancia global» de Chapman, que tuvo ramificaciones duraderas que han dejado «al mundo recuperándose del vacío que creó». «Matar a Lennon fue mi gran respuesta a todo... Ya no iba a ser nadie más», contestó Chapman.

El hombre de 67 años agregó: «Hice daño a mucha gente, y si alguien quiere odiarme, está bien, lo entiendo». Las audiencias anteriores de Chapman han arrojado expresiones similares de remordimiento, donde se ha referido a sus acciones como «despreciables» y una gran fuente de vergüenza personal. «Lo asesiné… porque era muy, muy, muy famoso, y esa es la única razón, y yo buscaba mucho, mucho mucho la gloria personal», dijo en 2020.

Actualmente Chapman cumple una sentencia de 20 años a cadena perpetua en el Centro Correccional de Green Haven en el Valle de Hudson, en Nueva York. Se entrevista con la Junta de Libertad Condicional cada dos años en busca de su liberación. Su próxima vista está programada en febrero de 2024.

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